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Golpes y amenazas a la hora de la cena, en una casa de Olmos

Una pareja de la colectividad boliviana vivió momentos de terror en su casa situada en la zona de ruta 36 y calle 613, en Lisandro Olmos, tras ser sorprendida por cuatro ladrones muy violentos que se llevaron pertenencias, causaron destrozos en la propiedad y los sometieron a una golpiza feroz. Los investigadores no descartan la participación de un quinto cómplice que haya cumplido  los roles de “campana” y chofer para la fuga.

El hecho ocurrió cerca de las 22.30 horas del domingo, cuando las víctimas se disponían a cenar. Tras preparar la comida, la dueña de casa rumbeó para una habitación a avisarle a su pareja que la mesa estaba servida, cuando un estruendo en la puerta principal la dejó paralizada. Alguien acababa de abrirla de una patada. Enseguida vio a cuatro desconocidos irrumpir en la finca.

Aunque los damnificados no opusieron resistencia, los ladrones no ahorraron amenazas mientras exhibían las armas. Uno se abocó a interrogar al dueño de la propiedad, y, el resto, a revisarla.

“Venimos a buscar la plata”, aclararon los ladrones antes de desplegar todo un arsenal de torturas contra el hombre, al que agredieron en varias oportunidades con el objetivo de “ablandarlo”, al tiempo que le prometían emplear acciones irreversibles si no colaboraba. El hombre se cansó de repetirles que no tenía más que 30 mil pesos y les pidió que revisaran bien cada rincón de la casa para cerciorarse de que no mentía.

Los intrusos terminaron creyéndole, pero como los 28 mil pesos que encontraron resultaba demasiado magro para tanto despliegue,  dos de los asaltantes desconectaron la cocina en la que la mujer acababa de hacer la cena y la cargaron en un auto que estaba esperando en la calle. Lo mismo hicieron con el plasma.

Cuando parecía que la pesadilla llegaba a su fin, la pareja tuvo que sufrir otra dura afrenta. Uno de los sujetos se percató de que había una llave colgada en la pared y fue así como se terminaron apoderando de la moto marca Gilera de color azul  que la familia había comprado pocos meses antes.

Minutos después de que los ladrones abandonaron la escena, una ambulancia del SAME se hizo presente en el domicilio para trasladar al dueño de casa al hospital Melchor Romero, ya que estaba con mareos y confusión producto de la golpiza a la que había sido sometido. Por suerte, está fuera de peligro. Por estas horas la Policía continúa analizando las imágenes de cámaras de seguridad recopiladas en la zona con el objetivo de hallar alguna pista que ayude a identificar a los integrantes de la banda.

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