Un anillo resultó clave para descartar que los cuerpos hallados en una camioneta quemada en Guernica fueran los de Lautaro Morello, de 18 años, y Lucas Escalante, de 26, que son buscados desde el viernes pasado, cuando salieron a festejar el triunfo del seleccionado argentino en Catar y se les perdió el rastro. Una mujer reconoció que el anillo que tenía una de las víctimas es el que usaba su esposo, Silvio Vitullo, quien desapareció el sábado junto con Diego Segura.
"Fueron a trabajar y no volvieron. Estamos buscando por todos lados”, se afirmó en una publicación que hicieron los familiares de ambos hombres en la red social Facebook. Como ya se dijo, apenas aparecieron los cuerpos calcinados en el baúl de una camioneta Citröen Berlingo, se pensó que se trababa de Morello y Escalante, pero la madre de Lautaro se encargó de desmentirlo al decir que le habían informado que los cadáveres tenían brackets.
La camioneta donde fueron hallados tenía pedido de secuestro porque había sido denunciada como robada el 16 de abril pasado en la comisaría 3a. de La Matanza, en Villa Luzuriaga.
Morello y Escalante, oriundos de Florencio Varela, están desaparecidos desde el viernes pasado, cuando Escalante, al volante de un BMW azul, pasó a buscar a Morello para ir a festejar la clasificación del seleccionado argentino a las semifinales del Mundial de Qatar. El BMW apareció el sábado, completamente incinerado, en las afueras de La Plata, a la vera de la ruta 6, a la altura de la localidad de Abasto.
La investigación por el hallazgo de los cuerpos calcinados quedó a cargo del fiscal de La Plata Álvaro Garganta. El funcionario abrió un expediente por “averiguación de causales de muerte”. Un primer peritaje determinó que los cadáveres correspondían a dos hombres, en principio, mayores de entre 30 y 40 años. En ese momento se descartó que fuesen Morello y Escalante. Después, la esposa de Vitullo reconoció el anillo de su marido.
Fue la esposa de Segura, Joana T., quien había hecho la denuncia por averiguación de paradero en la comisaría 4a. de Almirante Brown, al perder todo contacto con él. Lo que pasó después de que Vitullo y Segura se fueran del taller mecánico es un misterio, ya que se cortó toda comunicación con sus allegados y familiares.
En la presentación ante la policía, la mujer dijo que a las 9 del sábado Segura, de 30 años, se fue de la casa familiar de Alejandro Korn para ir a su trabajo, un taller mecánico de Longchamps, en Almirante Brown, donde trabaja con Vitullo, de 40. A las 13, Joana T. llamó al teléfono celular de Vitullo para recordarle de la fiesta sorpresa para celebrar el cumpleaños número 30 de su esposo, pero no se pudo comunicar porque el móvil estaba apagado. Ella pensó que se había quedado sin batería.
Pasaron las horas y Segura no regresó a su casa. Joana T. comenzó a preocuparse. El domingo, como su marido no había regresado, fue hasta el taller mecánico y advirtió que el automóvil Volkswagen Gol de su esposo estaba estacionado. En la denuncia, la mujer afirmó no haber visto el vehículo de Vitullo, un Peugeot 504.
El siguiente paso de la mujer de Segura fue ir hasta la casa del hermano de Vitullo, llamado Diego. El hombre que le dijo que, por una llamada telefónica, se había enterado de que, por un trabajo, los dos mecánicos habían ido hasta Monte Grande, en Esteban Echeverría, pero que a pesar de las horas que habían pasado no había tenido noticias.
Los análisis forenses continúan para esclarecer la causa de la muerte (saber, por ejemplo, si fueron asesinados antes de que los prendieran fuego, y cómo) y reconstruir las últimas horas de los mecánicos. Mientras tanto, continúan buscando a Morello y Escalante. La familia de Lautaro no descarta que se trate de un secuestro extorsivo, aunque no trascendió que haya existido un pedido de rescate.
