"La banda de los tapones” es el apodo que le pusieron en La Plata a un grupo de ladrones que hace estragos en la zona del Palacio de Justicia bonaerense, porque cortan el suministro eléctrico para desactivar alarmas, sensores y cámaras. No hace mucho, concretaron un audaz y millonario golpe en la sede del Colegio de Abogados de la Provincia. Y, ahora, se metieron a robar en la
escribanĂa Faroppa, situada a 200 metros de distancia.
La magnitud del nuevo atraco fue muy diferente al esperado por los delincuentes: se habrĂan llevado solamente solo una notebook, aunque las oficinas, de acuerdo a las fuentes consultadas,
quedaron revueltas y con varias puertas y muebles destrozados.
Todo pasĂł en dos departamentos de los pisos quinto y sexto, en un edificio de 48 entre 14 y 15, al numeral 990, que pertenecen al mismo escribano. SegĂşn fuentes del caso, el sábado Ăşltimo la administradora del consorcio habĂa avisado del robo de los fusibles de la luz. En principio, le restaron trascendencia, pero ayer por la mañana, cuando se presentaron para retomar la actividad de la semana, se encontraron con un panorama desolador.

Por la forma del atraco, todo hace presumir que se tratarĂa de la misma banda que se metiĂł en Colproba durante el fin de semana del 7 y 8 de enero pasado. Creen los investigadores que los responsables manejan informaciĂłn sobre la zona, tienen gran habilidad para no dejar rastros y actĂşan los fines de semana, cuando en la zona prácticamente no hay actividad.
Sabiendo que se trata de un sector de la Ciudad que está inundado de cámaras, con la tĂ©cnica del corte de energĂa elĂ©ctrica, al menos, evitan quedar registrados en imágenes. Se presume tambiĂ©n que los ladrones usan guantes, para no dejar huellas.
Este caso alterĂł los ánimos entre los vecinos, comerciantes y profesionales que trabajan en las cercanĂas del Palacio de Justicia, ya que, por la cantidad de episodios delictivos que se conocen dĂa a dĂa, se sienten potenciales vĂctimas de un robo. Se supo que por las oficinas notariales pasĂł una comitiva de PolicĂa CientĂfica, que se encargĂł de examinar en detalle la escena, en busca de rastros. Si levantaron alguno que sirva, no trascendiĂł.
Dentro de los ambientes, el desorden era total. La pesquisa quedĂł a cargo de personal de la comisarĂa primera, con conocimiento de la UFI de Autores Ignorados N° 9 del Departamento Judicial La Plata.
ANTECEDENTE
Con un trabajo certero y planificado, los ladrones que robaron en la sede del Colegio de Abogados bonaerense, en 14 y 47, primero sacaron los fusibles de una caja de luz para dejar el edificio sin energĂa elĂ©ctrica y, asĂ, evitar que salte la alarma sonora y que los escrachen las cámaras de seguridad del lugar. Lo mismo pasĂł ahora en la escribanĂa de 48 casi 15.
Siempre en base a la información oficial de aquella jornada, después, con mucho oficio, violentaron la cerradura de la puerta de entrada, la dejaron trababa con un matafuego y empezaron a recorrer las instalaciones con una pasmosa tranquilidad.
Si bien no hubo sustracción de dinero, los voceros hablan de un perjuicio millonario, ya que no quedó una sola computadora. Siempre por dichos de personas con acceso a la causa, del primer piso robaron seis equipos informáticos; del segundo otros seis y del tercero, tres.
TambiĂ©n sacaron dos televisores y de las oficinas desaparecieron todas las notebooks y tablets que habĂa.
“Llamó la atención la forma con la que actuaron. Sacaron los cables con una prolijidad terrible, para evitar dañar las computadoras. No es que estaban nerviosos, apurados y arrancaron todo
como venĂa. Se ve que se tomaron su tiempo e hicieron un trabajo limpio”, expresĂł un pesquisa en aquel momento.