Esta es una historia de inseguridad, pero con final feliz gracias a la intervención de “Bruna”, la perra heroína. Sucedió en una vivienda del barrio El Mondongo, donde una banda de “wheelie-chorros”, montada en una moto, intentó dar un feroz golpe. Hasta que se topó con el animal de tres años, cruza de pastor belga, que sacó carpiendo a los ladrones.
Según contaron sus dueños, “Bruna” fue adoptada cuando era una cachorrita de dos meses, a la que pasaron a buscar por Dolores en un viaje de regreso desde Mar del Plata.
Volviendo al terrible momento que se vivió en la zona de 68 y 118, todo sucedió en la madrugada del miércoles, cuando tres delincuentes fuertemente armados habían logrado meterse en el domicilio tras repetidos impactos, sobre el portón del garaje, con la rueda delantera del rodado en que se desplazaban.
“RESULTÓ SER MUY GUARDIANA”
Ayer por la tarde, cuando la familia decidió contar lo sucedido, “Bruna” estaba echada y atenta detrás del mismo acceso por donde tuvieron que huir, despavoridos, los asaltantes. Nada queda fuera de su radar. Siempre atenta y vigilante. Y cuando tiene que ladrar o, mostrar los dientes, lo hace de manera insistente e intimidatoria.
Adrián Burroni (52) y, su hijo Tobías (19), fueron quienes narraron detalles de lo ocurrido y no ocultaron su sorpresa, porque entendían que la perra era tranquila y familiera.
“Ese costado guardián, la verdad, no lo teníamos presente”, indicaron. Sin embargo, cuando los tres ladrones entraron con su moto hasta el garaje de la casa y segundos después se metieron caminando hasta el living, “Bruna” intuyó que los intrusos representaban un peligro.
Entonces, les ladró con tanto ímpetu e insistencia, que los convenció de mutar el plan por una rápida huida para ponerse a salvo. “La verdad es que resultó ser una perra muy guardiana”, valoró Burroni.
Tobías, a su vez, contó que “justo estaba despierto en mi dormitorio, a las 3 de la mañana, entretenido con la computadora. Pero un rato antes había escuchado que de la calle había ruido de motos. Eran estos tipos”.
Ocasionales testigos, se informó en el barrio, revelaron que los asaltantes “tomaban carrera con la moto y embestían el portón del garaje. Hasta que en el tercer intento lograron abrir una de sus hojas”.
Tobías se percató de la situación y corrió de su cuarto hasta el patio trasero, para ver qué pasaba. “Vi en la oscuridad del garaje, apenas iluminado por la lámpara delantera de la moto, que los ladrones eran tres”, señaló el joven. Pero si esa imagen lo había impactado, dijo que enseguida presenció a distancia otra que le generó similar sensación, pero en este caso motivada en orgullo por su mascota.
Reflejó que “Bruna se interpuso en el camino de los delincuentes, en el living. Les ladraba desaforada, les mostraba los dientes, estaba furiosa. Emocionaba ver cómo defendía a su familia”.
En contrapartida, indicó que temió por “Bruna” cuando “uno de los delincuentes le apuntó con un arma de fuego. Gracias a Dios, no le disparó. Y después de estar acá 3 ó 4 minutos, al final escaparon llevándose únicamente una bicicleta, rodado 26, que vieron en su camino cuando se iban de casa”.
“SIENTE UNA MOTO Y SE ALTERA”
Por su parte, Burroni, mientras jugaba con la heroína de esta historia, aludió a una secuela que le quedó tras su valiente comportamiento ante los asaltantes.
En tal sentido, reveló que después de ese episodio “siente que pasa una moto por la vereda o por la calle y se altera. Quedó como asustada”.
“Inclusive -sumó luego- esa misma madrugada, luego que escaparon los ladrones, estaba muy nerviosa y ladró bastante”.
Tanto él como su hijo no dudaron en reflexionar que “si no fuera por la perra, estos tipos nos despertaban, nos amenazaban de muerte y nos robaban todo”.
“Hace 14 años que vivimos acá y no habíamos sufrido ningún caso de así. Por eso ahora vamos a resguardar la casa con rejas por todos lados, un sistema de alarma y cámaras de seguridad”, concluyó.
