Un agente penitenciario fue asesinado ayer de dos tiros por la espalda en el barrio La Granja, en La Plata. Horas después, otro integrante de la misma fuerza fue hallado muerto de un tiro en la cabeza a la vera de su coche, estacionado en la ciudad bonaerense de Merlo. ¿Cómo se relacionan ambos hechos? Ambos hombres trabajaban juntos, hasta que uno empezó una relación con la ex mujer del otro, éste se cobró la revancha y, más tarde, se quitó la vida. Esa, al menos, es la hipotética secuencia que barajan los investigadores del caso.
La pesquisa arrancó con el hallazgo del cuerpo de Jesús Darío Vera en 516 entre 146 y 147, tendido boca abajo, con un par de balazos en la espalda. En un primer momento se especuló con la posibilidad de un ajuste de cuentas, pero mientras los detectives de la DDI avanzaban en la identificación de la víctima y la búsqueda de testigos, se cerraba el cerco sobre el posible tirador.
El señalado autor de la agresión, Cristian Nahuel Altamirano (38), anoche apareció muerto dentro de su coche con un disparo en la cabeza, según confirmaron los voceros. Era personal de la Unidad 48 de San Martín. Y se habla de un suicidio.
Lo encontraron a un costado de su automóvil de color verde, cuya imagen había sido registrad por una cámara de seguridad de la zona y por eso se lo vinculó con el homicidio. El vehículo fue detectado en Merlo, donde reside su expareja y quien, de acuerdo a las mismas fuentes, actualmente mantenía una relación amorosa con Vera.
La mecánica del ataque es materia de análisis. No se descarta que el asesino haya estudiado los movimientos del fallecido y preparado una especie de emboscada, aunque no esté del todo claro si lo hizo desde su coche en movimiento o si, por el contrario, lo esperó en “tierra firme”.
La causa recayó en la fiscalía penal en turno de La Plata, la Nº 3, a cargo de Gonzalo Petit Bosnic, quien dirigió todas las tareas desde la escena, un barrio que quedó conmovido por los estruendos de los balazos -al menos cinco- y sus trágicas consecuencias. Por lo que se sabe, la ex de Altamirano también es penitenciaria y supuestamente recibió mensajes intimidatorios de este hombre: “Te voy a matar y después me mato yo”, habría sido el contenido de uno de ellos.
