Apenas arrancó la audiencia número 12, la penúltima del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, el abogado defensor de los ochos acusados, Hugo Tomei anticipó que uno de ellos, Ciro Pertossi, quería hablar para aclarar un video. Ya sentado frente al estrado, el imputado comenzó a rever una grabación y sostuvo, mientras señalaba la pantalla con un puntero: “Este chico soy yo. Esa patada no la doy. Cuando me doy cuenta que el chico (por Fernando) está en el piso, me freno antes”.
Luego se refirió al audio que envió la madrugada del homicidio, en el que se lo escucha decir “de esto no se entera nadie”. Es que, argumentó, “ya había gente de Zárate que decía que nos habíamos peleado, yo digo eso porque no quería que mis padres se enteraran que nos habíamos peleado. Esto es todo lo que voy a declarar”.
Una vez que Pertossi finalizó, el fiscal Juan Manuel Dávila empezó con las preguntas, pero el imputado aclaró que no iba a declarar más. “¿Por qué frena la patada?”, interrogó por su parte el fiscal Gustavo García. “Ya respondí eso”, replicó el joven, que cerró: “Lo que tenía que decir, ya lo dije”. Y fue a sentarse a los bancos de madera que ocupan desde el arranque del debate todos los imputados.
Antes de arrancar esta audiencia, el abogado de la familia de Fernando Báez Sosa, Fernando Burlando, dijo que Máximo Thomsen "debe llorar porque está en cana". Hoy darán su testimonio ocho personas: padres y madres de cinco de los imputados, tres peritos de la defensa y un policía.
Después de que ayer hablaran las madres de Thomsen y de Blas Cinalli, hoy está previsto que lo hagan las de Enzo Comelli, María Alejandra Guillén; y de Ayrton Viollaz, Erika Pizzatti. También los padres de Matías Benicelli, Héctor Eduardo Benicelli; y de Luciano y Ciro Pertossi, Mauro Pertossi. Estos testimonios estaban pautados inicialmente para mañana, pero fueron adelantados por pedido de la defensa, que desistió del relato de Ana María Tártara, madre de Lucas Pertossi, el único imputado cuyos familiares directos no declararán.
También están citados para hoy Andrés Santiago Martín, el oficial subayudante que intervino en la desgrabación de un audio del policía Maximiliano Rosso Suárez, quien asistió a la víctima tras el ataque frente al boliche Le Brique de Villa Gesell; Pablo Alberto Rodríguez Romeo, perito informático que realizó informes técnicos sobre evidencia digital; y María del Carmen Badaloni, jefa de la sección psicología de la Asesoría Pericial La Plata.
El último testigo previsto para este martes es Agustín Costa Shaw, psicólogo clínico que intervino en la investigación penal suplementaria y que fue ofrecido en marzo de 2022 por la defensa, a cargo de Hugo Tomei, como testigo de parte en una pericia psicológica y psiquiátrica a la que finalmente los imputados no aceptaron someterse por falta de “confianza” en el proceso judicial.
Ayer, además de escuchar a Thomsen -quien lloró y pidió perdón, pero no confesó-, fueron claves también los testimonios de Juan Pedro Guarino, que viajó a Villa Gesell con el grupo de imputados, estuvo preso con ellos, pero fue sobreseído; y de Tomás Colazzo, que conocía a los acusados, fue con ellos al boliche, pero nunca quedó detenido ni formó parte de la causa.
"MATAR LES DIO HAMBRE"
Al llegar esta mañana a los Tribunales de Dolores, Burlando volvió a referirse a lo que declaró ayer Thomsen tras escuchar la declaración de su madre y cuestionó la actitud de parte del grupo -entre ellos, Thomsen-, que se fue a comer hamburguesas luego del asesinato del que mañana se cumplirán tres años. “Matar les dio hambre. ¿Hay algo más bizarro saber que mataste a alguien y te vas a comer?”, se preguntó.
Por otro lado, el fiscal Juan Manuel Dávila también habló de la declaración del acusado más complicado y minimizó la injerencia que puedan tener sus palabras para cambiar su situación con la Justicia.
“Entiendo que robustece nuestra teoría del caso, en modo alguno puede descartar lo que estamos acreditando. Él no refutó nada de todo lo que se probó en el debate”, sostuvo Dávila e insistió: “Tiende a reforzar la teoría nuestra de qué es lo que ocurrió. Tiende a robustecer la teoría del caso que vinimos a acreditar”.
Convencido de que la decisión de hablar del imputado forma parte de una estrategia previa de la defensa, el fiscal se refirió también al relato de Thomsen en cuanto a que ingresó a una “ronda de chicos” a pelear luego de “recibir un golpe en la cara”. Indicó: “Es algo que no se ve reflejado ni en las testimoniales, ni en la prueba fílmica. Se puede refutar por la prueba que hay que esa circunstancia no existió, quedará en su cabeza”.
Advirtió también que en caso de que otro de los acusados quiera declarar en lo que queda del juicio, “se tendrá que someter al interrogatorio de la fiscalía y del particular damnificado”, algo que hoy mismo pudo eludir Ciro Pertossi.
El veredicto del Tribunal Oral Federal (TOF) N° 1, que entiende en esta causa, se conocerá el 31 de enero. Los abogados de la familia Báez Sosa anticiparon que pedirán la prisión perpetua, lo que significa, según Burlando, "toda la vida (en la cárcel)”.
