Menú Cerrar

Los ladrones lo despertaron a trompadas, pero calmaron a su hijito diciéndole que eran amigos

Al menos tres delincuentes armados hicieron de las suyas en una casa del barrio norte de La Plata, donde despertaron al dueño a las trompadas, pero se ocuparon de calmar a su pequeño hijo diciéndole que eran amigos del padre para que siguiera durmiendo. Se fueron diciéndole a la víctima: "Somos profesionales y te pegamos para que entendieras a lo que veníamos. Jamás le hubiésemos hecho nada a tu nene’. Y le dejaron un cuchillo a mano, para que pudiera liberarse de las ataduras después de que ellos se fueran de la vivienda.

Sucedió alrededor de las 2.30 de la madrugada de ayer en una vivienda de 33 entre 8 y 9 donde tres encapuchados se colaron  por el patio del fondo al que, según sospecha el propietario de 44 años, llegaron tras escalar un muro desde una finca contigua. Para los intrusos fue el único escollo importante que debieron superar, ya que -al encontrarse la puerta trasera sin llave- sólo les bastó con girar el picaporte.

Lo primero que hicieron al entrar en su habitación fue asestarle un golpe en el rostro para que se despertara. En ese momento empezó la pesadilla. Tras la trompada,  sobrevinieron dos culatazos. Uno le rompió el labio y el restante le provocó un corte en el pómulo. Aturdido por el ataque y con la visión disminuida a raíz de que el primer golpe le provocó una úlcera en el ojo derecho, la víctima sólo atinó a escuchar las exigencias de los asaltantes.

Los sujetos dieron por sentado que en esa casa había una fuerte suma de dólares así que, tras la violenta presentación, comenzaron a exigir a la víctima que indicara dónde tenía las divisas estadounidenses mientras le advertían que venían de Capital “con un dato seguro”.

“No vinimos de tan lejos a perder el tiempo", vociferaron, "decime donde tenés la plata. Nos dieron información precisa de que tenés mucha plata”. Mientras uno de los intrusos lo atacaba con precintos, los otros  comenzaron a revolver y romper los muebles de la casa.

“Les di unos pesos que tenía guardados. Pero los tipos no se conformaron”, precisó, pero, convencidos de que el hombre les estaba mintiendo, continuaron revisando los distintos ambientes. Fue en ese recorrido que se toparon con la habitación del hijo de la víctima.

“Me comentaron que el nene se despertó y ellos le explicaron que eran mis amigos y le pidieron que continuara durmiendo. El nene confió en ellos y terminó haciendo lo que le pidieron”, recordó el damnificado, paralizado por el miedo de imaginar que los atacantes pudieran lastimar a su hijo. Consultado sobre las circunstancias del golpe, supone el denunciante que hay dos posibilidades.

“Por un lado pienso que se equivocaron de casa o bien entraron a la mía creyendo que, por el aspecto del frente, podrían encontrar mucha plata. Lo que sí descarto es que alguien me haya vendido como me dijeron”, indicó el hombre. Al mismo tiempo confirmó que se trataba de gente con experiencia en el tema, por  la destreza y el sigilo con el que actuaron los ladrones para
abrirse paso en la vivienda y el apoyo externo con el que contaban.

“Escuché que mantenían una comunicación con un tipo que, aparentemente, estaba en la puerta”, indicó, tras convencerse de que no hallarían más dinero que los pesos que la víctima había
sacado de su billetera. Entonces, si, se fueron.

“No puedo creer que no se hayan llevado nada más que la plata”, dijo. Una vez que el hombre se aseguró de que no había nadie en su casa, cortó los precintos con el cuchillo que le dejaron los delincuentes, tomó el teléfono y dio aviso a la policía. “Estoy muy preocupado por lo que pueda pasar a partir de ahora. Seguramente instalaremos algo”, cerró.

Fuentes policiales informaron que tras el hecho, debió ser atendido por personal del SAME.

Más noticias

Acceder

Registro

Restablecer la contraseña

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico y recibirás por correo electrónico un enlace para crear una nueva contraseña.