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Terror en el barrio Hipódromo de La Plata

Quisieron robarle la moto y, como se resistió, le dispararon dos veces: vivo de milagro

"Disparale, disparale”, le ordenó un delincuente a su cómplice, para castigar la actitud de un joven comerciante de 25 años, que, en la noche del miércoles, se resistió por unos cuantos segundos a que le robaran la moto. Ocurrió en la calle 117 entre 37 y 38, en el corazón del barrio Hipódromo de La Plata, cuando David Berry se disponía a entrar en la cochera de un edificio.

“Se me apareció de la nada cuando estaba abriendo el portón y en medio de la oscuridad que hay en la cuadra, por la poca iluminación. No me dijo ni una palabra, me mostró que tenía el arma en la cintura, luego la tomó con una mano y me apuntó. Quería llevarse mi moto”, recordó David.

Impulsado por su instinto y la bronca que le generó  tener que darle su vehículo a los delincuentes, el comerciante no se las hizo fácil: “Estuve forcejeando con el ladrón
que me encaró primero, pero casi no la cuento, porque el cómplice le pedía que me gatillara".

El asaltante que tenía el revólver acató la orden de su compinche y efectuó dos tiros que, por suerte, no alcanzaron a la víctima. Después de eso, tomó la moto y escaparon. No se llevaron nada más.

“Fueron dos minutos tremendos; me quedé con la mente en blanco y no tomé conciencia de que las cosas pudieron haber resultado mucho peores”, reflexionó el joven. A los agresores los describió como “de poco más de 20 años", detalló que usaban gorritas con visera y "se tapaban la cara con remeras”.

La moto que le sustrajeron es una Honda Wave de 110 cilindradas, blanca y con llantas negras, modelo 2008, que el muchacho compró hace poco más de un año.

La novia de David y otros vecinos del edificio se acercaron rápidamente al lugar donde estaba, después de escuchar los gritos y los disparos. Alguien llamó al 911 y la policía se sumó a la reunión minutos más tarde, junto con los peritos de Científica, aunque poco pudieron hacer: no había casquillos, ya que usaron un revólver, y tampoco hallaron los proyectiles. Finalmente, el damnificado se acercó a la comisaría Segunda para radicar la denuncia.

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