Un adolescente de 17 años vivió la mañana más terrible de su vida, cuando se disponía a sacar la camioneta para que su padre lo llevara al colegio y aparecieron dos delincuentes que lo encañonaron para forzarlo a reingresar en su casa. Se llevaron la cartera de la madre, con una suma que rondaba los 500 mil pesos, un iPhone 13 que pudo ser recuperado gracias al GPS y la EcoSport de la familia, que apareció quemada. El matrimonio y su hijo resolvieron que es hora de dejar el barrio para mudarse a uno más tranquilo, si es que tal cosa existe en La Plata.
Todo pasó a las 7 de la mañana en una casa situada en 530 entre 30 y 31, de Tolosa, cuando el joven sacó la camioneta del garaje. Hacía pocas semanas que este joven estudiante había modificado su rutina y, en lugar de viajar en micro, había aceptado que su padre lo llevara en auto y evitar así las bajas temperaturas y la inseguridad de caminar hasta la parada.
Mientras maniobraba la camioneta aparecieron dos sujetos, uno de los cuales encañonó al menor con un revólver y el otro mostró una trincheta. No está claro si el plan inicial era llevarse el vehículo y lo cambiaron al ver que podían abultar el botín, pero lo cierto es que, una vez que el pibe estaba abajo del rodado, le aplicaron una llave para conducirlo por la fuerza hasta adentro de la finca. El registro allí duró apenas unos segundos.
“Entraron a mi casa por el garaje y agarraron lo primero que vieron. Justo en la mesa mi mujer había dejado la cartera. Así que la agarraron y se fueron. Yo estaba en el baño y no percibí ningún sonido que me pusiera en alerta. De hecho, estaba esperando que mi nene me llamara para llevarlo”, detalló Pablo, el padre.
Justamente, cuando el hombre se dio cuenta de que su hijo estaba tardando mucho, salió a ver qué pasaba. Entonces descubrió que la puerta de su garaje estaba abierta y no había rastros de su camioneta ni del joven, lo que lo dejó paralizado de terror, hasta que lo vio caminando desde la esquina.
Según trascendió, hasta allí lo había llevado uno de los ladrones para que no gritara, mientras su compinche arrancaba la unidad. Pablo está convencido de que se trató de un golpe planificado.
“Por las cámaras nos esteramos que la banda llegó en un auto, estacionaron en la esquina y uno se quedó al volante", como también está seguro de que la banda estuvo merodeando la zona en los días previos. Es que una vecina que sufrió un robo revisó las cámaras y observó esos movimientos.
"No nos queda otra opción y vamos a tener que dejar el barrio. La inseguridad ya no nos deja vivir acá”, cerró Pablo, cuya camioneta de color gris fue hallada prendida fuego en 168 entre 516 y 517. En tanto, el teléfono del chico, un iPhone 13, fue encontrado en cercanía de una maderera de 149 y 32, gracias al dispositivo de GPS.
