Agradezco poder contarlo, porque me podrían haber matado”. Aún conmocionado por lo sucedido, Úlises Martínez (20), admitió ayer que actuó por desesperación e impotencia. Fue frente a delincuentes, que intentaron sacarle algo que le costó conseguir con mucho sacrificio. Sin embargo, reflexionó que “estuvo mal” arriesgar su vida por algo material, que va y viene.
Ulises es un joven de tan solo 20 años. Es único hijo y es un luchador de artes marciales mixtas (MMA). “Nunca me enfrenté en la calle con nadie. Nunca es mi primera ni segunda opción. Me salió así y tuve mucho miedo”, explicó.
Ulises evitó el robo de su auto al pelear con dos delincuentes, quienes lo abordaron ayer por la madrugada en la esquina de 12 y 68, en las inmediaciones del Parque Saavedra.
La víctima volvía de una juntada con amigos, y nunca se imaginó lo que iba a suceder. Siendo alrededor de las 3 de la mañana, se detuvo en un semáforo de dicha intersección cuando, de un segundo a otro, se vio rodeado. Una de las cámaras de seguridad del Centro de Comando Municipal (COM) registró el momento en el que ladrones lo interceptaron para robarle su Chevrolet modelo Aveo.
Primero los delincuentes le exigieron que se baje del vehículo. Ulises les hizo caso, pero fue allí cuando decidió poner en práctica su entrenamiento y comenzó a golpear, a través de la ventanilla al ladrón que se había subido en el asiento del conductor. “Fue pura impotencia. Eran dos tipos mayores y tenía un objeto punzante con el que intentaron apuñalarme”, contó.
“Los quise sacar del auto. El que estaba del lado del acompañante se pega la vuelta, y vi que algo le brillaba en la mano. Tenía un objeto punzante, pero se tropezó y se le cayó. Actué por mi vida, era mi vida o la de ellos”, sostuvo, y agregó: “No lo pensé. Cuando se le cae el objeto punzante, lo quiero agarrar del piso y ahí recibo una patada en la boca. Después por suerte uno de los automovilistas que pasó por la zona oyó mis gritos de ayuda y se detuvo”.
Fue en ese momento que, gracias a la ayuda del hombre que detuvo su marcha, Ulises pudo subir a su vehículo y escapar de los ladrones que se dieron a la fuga por la Avenida 13.
El joven damnificado confesó que al llegar a su casa se fundió en un abrazo con su padre. “Fui un boludo, podría haber terminado mal. Hoy te lo cuento desde mi casa, pero podría no haberlo contado. Una vida vale más que lo material, lo material lo recupera”, reflexionó la víctima.
En cuanto a lo que refiere a la investigación policiales, el joven, en compañía de su padre, radicó la denuncia en la comisaría Novena de La Plata.
Por el momento no hay detenidos ni identificados.