En la madrugada de ayer, dos hermanas jubiladas atravesaron un momento de nerviosismo y tensión en su domicilio. ¿Las razones? El ingreso de al menos tres delincuentes armados y agresivos, quienes admitieron haberse equivocado de lugar. Igual les robaron todo.
Según fuentes del caso, el ataque se produjo alrededor de la 1.30 de la mañana, en una vivienda ubicada en la planta alta de una propiedad cuyo frente da a Diagonal 74 entre 58 y 59. Allí las víctimas se encontraban descansando.
Los intrusos, con el rostro completamente cubierto para no ser reconocidos, despertaron a ambas mujeres utilizando zamarreos y gritos.
De acuerdo a la información obtenida, los asaltantes ingresaron por la terraza de la vivienda.
En base a los testimonios vertidos por las damnificadas, en el primer cruce de palabras que tuvieron con los ladrones, los sujetos expusieron que su intención era acceder a las oficinas ubicadas en la planta baja de la propiedad, donde funciona una aseguradora.
Se cree así que los asaltantes estaban convencidos de que existía una conexión edilicia entre el departamento y el local comercial, pero en pocos segundos, luego de una rápida inspección, se dieron cuenta de que sus proyecciones eran desacertadas.
No obstante, los sujetos decidieron no irse con las manos vacías del lugar. “Dicen la verdad”, “parece que le erramos”, “pero, ya que estamos, apretemos a estas viejas”, fueron algunas de las frases que lanzaron en su recorrida por la escena. Definitivamente, no había puerta ni escalera que los depositara en la oficina de abajo.
Transcurridos unos segundos y con un nuevo curso de acción definido, los delincuentes activaron el modo violento y se pusieron manos a la obra.
Inmediatamente dividieron roles. El que se cree que era el líder le dio instrucciones al que “estaba más calmo” para que custodiara a las mujeres y les advirtió que debía matarlas si hacían ruido o intentaban moverse.
Al darse cuenta que su destino estaba decidido, una de las hermanas intentó zafarse de la custodia y en el acto recibió una trompada en la boca.
En el registro minucioso que los malvivientes hicieron del lugar lograron dar con casi 4 mil euros y 1.500 dólares. Además de apoderaron de una gran cantidad de joyas con un altísimo valor sentimental.
Después de aproximadamente media hora de registro, los delincuentes abandonaron la escena por la puerta principal sin que ninguno de los vecinos se percatara de lo ocurrido.
Ahora, las autoridades se encuentran abocadas evaluar las distintas hipótesis que giran en torno al caso y a desmenuzar cuadro por cuadro la información audiovisual captada por cámaras de la zona.