La madre de un alumno de la “Escuela Albergue Conrado Nalé Roxlo N°1211”, de Gato Colorado, departamento 9 de Julio, en Santa Fe (cerca del límite tripartido con Chaco y Santiago del Estero), denunció que su hijo, de 7 años, fue víctima de una violación en manada en ese establecimiento, que cuenta con la modalidad de internado. El ataque habría sido presenciado por la hermana mayor de la víctima, de 11 años, quien sumó su testimonio a la causa. Trascendió que los agresores tendrían entre 10 y 15 años. En el lugar trabajan una directora, una docente, un cocinero, un ayudante de cocina y el celador nocturno.
Tomaron intervención el juez penal de Primera Instancia de Tostado, José Luis Estévez, y funcionarios de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de Santa Fe. El Ministerio de Educación de esa provincia inició un sumario administrativo al personal docente. La denuncia se radicó el viernes, cuando el chico se cayó tras bajar del transporte escolar y no reaccionaba.
“Estaba como enajenado, abstraído. Lo único cierto era que lloraba sin poder explicar su trauma. Me di cuenta de que estaba en condiciones emocionales excepcionales y mostraba dolor en su cuerpo”, dijo su madre. “En esas condiciones fuimos a casa y ante mi insistencia me dijo que se había lastimado caminando en un lugar con muchas espinas y que tenía mucho dolor. Cuando intenté revisarlo volví a encontrarme con la negativa de ser tocado y se volvió a refugiar en su llanto”, explicó en su presentación. Y agregó: “Luego de unos minutos me dijo ‘no quiero que me toques’, pero después de llorar unos minutos, y mientras yo le decía que si tenía espinas se las iba a sacar, aceptó que le mirara la zona lastimada. Cuando observé el lugar me di cuenta de todo. Le dije que no eran espinas y él me respondió que si le prometía que no iba a ir más a esa escuela me contaría qué había pasado”.
El peor momento que vivió el menor de 7 años fue el miércoles pasado, aunque antes, el lunes y el martes, dos alumnos mayores que él, en un juego perverso, le introdujeron sus penes debajo del pantalón. “Mi hijo me dijo que no le contó a la maestra porque los chicos lo amenazaban. Pero el miércoles, cuando terminó el horario escolar, a las 15, los enviaron a sus habitaciones a cambiarse la ropa y sacarse el guardapolvos. Y en ese momento los abusadores lo tiraron boca abajo y lo sometieron. ‘¡Yo gritaba pidiendo auxilio! ¡¿Por qué la seño no vino!?’", preguntó, según su madre. De acuerdo a su relato, casi en simultáneo “las nenas escucharon y fueron a ver. Mi hija vio todo. Quedó en shock. Una compañera entró, intentando que se terminara la agresión, y la manosearon. Las nenas le gritaron a la seño, que estaba sentada en la galería, pero no fue. No los ayudó”.