El Tribunal de Casación Penal bonaerense confirmó por estas horas la condena a 50 años de prisión que había apelado un empresario sentenciado por abusar sexualmente de 4 de sus 6 hijas.
Los decidieron los jueces de la Sala III, Víctor Horacio Violini y Ricardo Borinsky, para quienes“el testimonio brindado por las víctimas resulta medular para acreditar los extremos del hecho, toda vez que los mismos suelen tener lugar en un ámbito de intimidad, en el que resulta inusual a la presencia de testigos a través de cuya declaración pueda reforzarse la prueba reunida”.
La defensa del acusado había solicitado que fuera revisada ya que consideraron que estaba basada en “pruebas falsas, contaminadas y subjetivas”. Sostuvo, además, que hubo “mendacidad” en los testimonios de las víctimas, aunque sin ofrecer detalles de ello, y cuestionó el monto de la pena, pidiendo su rebaja.
Casación, por su parte, explicó que “debe mantenerse la pauta severizante relativa a la especial forma de comisión de los ilícitos, pues, sin perjuicio del evidente ataque a la integridad sexual de las víctimas, la mecánica para su concreción incluyó un permanente sometimiento violento, que incluía golpes y humillaciones, circunstancia que aumentó la gravedad de los sucesos padecidos por las víctimas”.
Los aberrantes ataques ocurrieron en la misma casa de la familia, ubicada en la localidad de Castelar sur, y en otros lugares que las víctimas pudieron identificar.
Leguizamón desestimó las denuncias en su contra y solo reconoció: “Alguna vez se me fue
la mano”. Los abusos comenzaron cuando las víctimas eran muy chicas. R., la primera denunciante, dio detalles sobre los padecimientos que vivió.
La joven recordó que tenía cinco años la primera vez que su padre abusó de ella y relató que, luego de cada ataque, la amenazaba para que no contara lo que le hacía.
“Lo mío con vos no es abuso, es incesto. Yo estoy enamorado de vos y juntos tenemos que hablar con tu mamá para que ella haga una terapia y lo acepte”, le dijo el acusado en 2016 por medio de una carta espeluznante.
Ese fue el desencadenante para que la joven revelara lo que le pasó y realizara la denuncia.
