Un matrimonio de Berisso estuvo nueve meses detenido y nueve años vinculado a un proceso que ni siquiera debió empezar, porque los acusaron de un delito imposible: la muerte de un bebé que, según información de los forenses que examinaron sus restos, nació sin vida. ¿Cómo pudo pasar? El informe de autopsia se pasó por alto en la instrucción y el expediente siguió su curso, siempre con la defensa de los imputados advirtiendo el error y la pérdida de recursos por parte de la Justicia. En definitiva, hubo un debate oral, que acaba de cerrar con una absolución y un pedido de disculpas.
Todo comenzó en 2015, en un contexto de alta vulnerabilidad, cuando una adolescente de 14 años tuvo un parto casero en el baño de su casa. Se cree que en aquel entonces el novio tiró el cuerpo en un descampado, donde fue comido por perros y alimañas. Sin embargo, esa acción no cayó en las redes de los pesquisas, quienes avanzaron sobre los abuelos, a quienes no solo se detuvieron para facilitar esa muerte, sino que sus hijos terminaron en un orfanato, donde sufrieron malos tratos. A todo esto, los especialistas, al margen de algunas contradicciones, fueron contestes en el diagnóstico del caso.
“El feto nació sin vida” y señaló que “el cuerpito apareció sin ropa, no había ropa usada ni sucia; no se preguntó por qué tenía el estómago vacío, por qué no tenía contenido en el estómago; no se preguntó si (la madre) ya había tenido pérdidas de embarazo o alguna patología como trombofilia que la llevara a perder un embarazo”, argumentó la fiscal de juicio, Victoria Huergo.
“No es que estoy en situación de certeza negativa, no hay elemento sólido que permita sostener acusación de abandono de persona seguida de muerte, porque no está comprendido el abandono de fetos sin vida muertos intrauterinamente”, añadió. Por eso, se preguntó: “¿Por qué tuvimos que esperar 9 años? Es intolerable. Se sumó una tragedia institucional y judicial”.
Los abogados defensores, Gustavo Galasso y Ezequiel Funes, se quejaron por el accionar de la justicia que, dijo el primero, no los escuchó a tiempo. "Todo fue planteado, todo estaba en el expediente. Es increíble que una causa así llegue a juicio oral. Por eso tengo que felicitar a la Dra. Huergo, que objetivamente desistió de la acusación, le pidió disculpas a la familia ya sus hijos después de escuchar a la perito”.
En el caso intervino el Tribunal Oral en lo Penal IV de La Plata, presidido por el juez Juan Carlos Bruni (h), que decidió mandar copias a la Suprema Corte “a sus efectos”, es decir, para que adopte las medidas que considere necesarias. La familia, por su parte, es muy probable que inicie una demanda en sede civil contra el Estado provincial por los daños y perjuicios sufridos.
“Se valoró la prueba de manera segmentada, a la tragedia personal de la familia se sumaron problemas del sistema judicial, no hubo nacimiento, lo que hubo fue la expulsión de un feto sin vida”, describió Huergo en el alegato. En uno de los momentos más destacados de su exposición, señaló además que “en 9 años nadie levantó el teléfono para hablar con los peritos, no lo hizo la fiscal, no lo hizo el juez de Garantías y no lo hizo la Cámara de Apelaciones”.
Para la funcionaria se trata de “una tragedia institucional estatal, ceguera colectiva de todos, es muy grave y sin sentido”. Luego recordó que durante el allanamiento a la vivienda “no había pañales, no había caca de bebé, no había chupetes ni mamaderas ni leche de fórmula, tampoco ropa sucia y nadie se preguntó por qué la bebe tenía el estómago vacío”.