El 13 de julio, recién llegado de España, Fernando Pérez Algaba (41) alquiló a través de las redes sociales un departamento situado en la calle Olazábal, en la ciudad bonaerense de Ituzaingó. El domingo pasado, dos jóvenes jugaban a la peloto en los alrededores del arroyo del Rey, en Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora, y encontraron una valija. La abrieron esperando encontrar ropa, basura o algo de valor; pero no. Hallaron una bolsa negra que contenía dos brazos y dos piernas, además de la documentación de una familia. Cerca de ahí había una mochila, con una cabeza.
¿Qué tiene que ver una cosa con otra? Los restos son de aquel empresario que vivía entre España y Estados Unidos y estaba vinculado, entre otros negocios, al alquiler de vehículos de alta gama y motos de agua. Personal de la División Dactiloscópia de Policía Científica lo reconoció por los tatuajes y las huellas, informaron fuentes oficiales.
El lunes pasado, cuando se realizaban tareas de drenaje en el arroyo, se halló el torso de la víctima con dos impactos de bala. El fiscal de la causa, Marcelo Domínguez, de la UFI N.º 5 de Lomas de Zamora, ordenó allanar la vivienda de las personas cuyos documentos estaban en la valija, quienes reconocieron que el equipaje era suyo, aunque aseguraron que se los había robado una pariente. Según los investigadores se trata de una mujer trans que fue detenida en las últimas horas mientras se investiga qué rol pudo jugar en esta macabra historia.
Un dato que llamó la atención de los investigadores fue la prolijidad con que se hicieron los cortes en los miembros de la víctima, de lo que infieren que los ejecutó alguien que sabía lo que estaba haciendo. Además, se tomó el trabajo de envolver los restos con la misma dedicación que puso en el desmembramiento
"LECHUGA"
Apodado “Lechuga”, Pérez Algaba era reconocido en el mundo de la venta y el alquiler de autos de alta gama.
“Comencé a trabajar a los 14 años, me inicié con una bicicleta y una caja y empecé a vender sándwiches en las remiserías. Dos años después de eso fui repartidor de pizzas con una motito; luego trabajé en los comercios de la zona del barrio donde vivía, ya sea de heladero, en todo tipo de restaurantes y pizzerías”, había contado el hombre en una entrevista en Ámbito Financiero, publicada el 10 de marzo de este año.
Años después de esos primeros trabajos compró una moto para revenderla y ahí fue que se acercó al rubro de la compra-venta de automóviles y motos de agua. Él mismo contó que “viajaba mucho a Paraguay para comprar ruedas, era mucho más barato que en la Argentina. Esto me permitía remodelar los autos y revenderlos a un mejor precio”, contó Pérez Algaba.
El empresario, que además estaba metido en el mundo de las criptomonedas y hasta fue piloto del TC Regional, se hizo viral en enero de 2022 por protagonizar un incidente con un inspector de tránsito de Mar del Plata, a quien le pegó luego de negarse a hacer un control de alcoholemia.
Se lo imputó por resistencia a la autoridad y se le suspendió preventivamente la licencia de conducir, puesto que no solo había agredido al inspector municipal, sino que también contaba con varios antecedentes de imprudencia al volante. Tenía un total de 130 mediciones de alcoholemia y se le habían secuestrado 15 vehículos por dar con graduaciones positivas, además de muchísimas multas por exceso de velocidad.