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Una de las víctimas de la represión policial en La Plata, sigue internada

Uno de los heridos que fueron trasladados a hospitales de La Plata, después de la brutal represión policial en las inmediaciones de la cancha de Gimnasia, cuando arrancaba el partido con Boca, sigue internado en el Hospital Rossi, con riesgo de perder un ojo y una triple fractura de pómulo.

Se trata de Rodrigo Arballo, quien en la últimas horas habló desde su habitación y contó los detalles de la fatídica noche en la que en medio de los balazos de goma y los gases lacrimógenos murió por un paro cardíaco César Regueiro.

En diálogo con el canal TyC Sports relató que fue al estadio Juan Carmelo Zerillo junto a su hermana y que llegó a las 21.15, cuando cerraron todas las puertas. "Cuando estábamos haciendo la cola para entrar, la Policía empezó a reprimir. De un momento para otro, empezaron a tirar gases y me dieron un balazo en el ojo. No entendía lo que pasaba. A raíz de eso, recibí un adoquín en la cara", contó.

"Las puertas ya estaban cerradas con candado y la policía empezó a tirar gases lacrimógenos, a tirar tiros, a pechearte con los caballos, te pegaban con los palos. Fue una salvajada lo que hicieron", relató Arballo. A su vez, aseguró que "fue impactante cómo se infló el ojo en dos segundos".

Su hermana lo encontró inconsciente y lo llevó como pudo. "Me arrastró. El auto estaba en el puesto verde enfrente del zoológico. Fue un caos llegar hasta ahí, desvanecido", dijo. También contó que primero fueron al Policlínico San Martín donde lo anotaron pero no lo quisieron atender, según dijo.

Él no fue el único que sufrió la represión. Su esposa, Gisela, también es una de las víctimas. "Tiraron de cerca, a quemarropa. Mi señora tiene nueve tiros en la espalda" Y manifestó su preocupación por lo que ocurrirá con su vista: "A mí me agarraron de lleno en la cara. Tengo mucho miedo, estoy muy triste porque no sé si voy a volver a ver".

El diagnóstico médico dice que Rodrigo Arballo tiene la retina comprometida de su ojo izquierdo tras sufrir un balazo de goma y deberá ser operado. Además de una triple fractura de pómulo por un adoquinazo. "Tengo comprometido el ojo, no saben si voy a volver a ver. Tengo quebrada la mandíbula y el maxilofacial en dos partes", contó.

Según el paciente, desde el Ministerio de Seguridad le dieron a entender que no quieren que hable. "Han venido a verme, le han preguntado a la directora del hospital si podían darle un número mío. Me han ofrecido de todo, que se iban a hacer cargo de todo lo que pasaba, pero a mí nadie me va a devolver el ojo", se lamentó. Y añadió: "Me dieron a entender que, si quería poner un abogado o algo, ellos se iban a hacer cargo".

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