Una casa en Villa Zula, Berisso, fue el escenario de un asalto butal, que tuvo como protagonistas involuntarios a una madre y sus tres hijos. ¿Los responsables? Tres violentos delincuentes, que irrumpieron en la propiedad con la clara intención de robar.
Sucedió en 54 y 177, donde los intrusos se colaron por los fondos, con los rostros cubiertos y elementos para inmovilizar a la familia, lo que permite deducir que el golpe estuvo planificado. Ya en el interior del predio, entraron por una puerta trasera que los dueños de la casa habrían olvidado cerrar con llave.
Instantes después redujeron a una mujer de 43 años y a sus tres hijos, el mayor de los cuales, de 19 años, fue salvajemente agredido. Las otras dos hijas, dos nenas de 8 y 10 años, tampoco se salvaron.
Tanto, que fueron obligadas a presenciar las agresiones perpetradas contra su madre y su hermano-
Mientras la dueña del inmueble fue amenazada con un arma blanca y presionada para entregar los ahorros de toda su vida, su hijo Fabricio fue inmovilizado con un cable. Los asaltantes comenzaron a revolver todos los ambientes de la vivienda, hasta encontraron los ahorros de la familia: más de diez mil dólares. Además se apropiaron de teléfonos celulares y algunas tablets.
La fuga se concretó por el patio de acceso, que linda con un campo.