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Según la investigación judicial, exigía dinero e imágenes íntimas

Condenado por abuso sexual, captaba chicas desde la cárcel de Olmos con falsas campañas publicitarias

Durante las últimas horas salió a la luz un caso estremecedor que vinculó de forma directa a nuestra ciudad y por la que se llevaron adelante diversas tareas investigativas, que continuaron con allanamientos y que constataron la peor de las sospechas: una causa de “pornoextorsión”, que involucra la mítica Unidad N° 1 de Olmos con chicas menores de edad.

De acuerdo a lo informado por fuentes policiales, las autoridades desarticularon una red de captación de menores, que operaba desde la cárcel, luego de un importante allanamiento realizado durante la madrugada del último miércoles.

La investigación, liderada por el fiscal Dr. Ernesto Daniel Ichazo, titular de la UFI N° 8 de Berazategui, especializada en Cibercrimen contra las Infancias y Delitos Conexos a la Trata de Personas, reveló que un interno condenado por abuso sexual coordinaba desde su celda una compleja maniobra de engaño, estafa y extorsión dirigida a adolescentes a través de redes sociales.

En base a lo revelado por la pesquisa, el interno acusado es Braian Cristian Godoy, de 29 años, oriundo de Rafael Calzada y condenado por un delito ultrajante.

El operativo se inició tras la denuncia de una joven de 14 años, contactada por un perfil de la red social Instagram, que simulaba pertenecer a una presunta marca de indumentaria.

La cuenta trucha ofrecía participar en campañas publicitarias a cambio de fotografías, con la promesa de acceder a beneficios como ropa de regalo y supuestos contratos de modelaje.

Según indicaron fuentes judiciales a cargo de la investigación, una vez que lograban ganarse la confianza de las víctimas, obtenían acceso a sus cuentas y comenzaban a contactar a otras adolescentes utilizando esos perfiles.

“No solo quedaba en las imágenes, también les cobraban para hacerles un supuesto carnet de modelo y mandarles la ropa interior que nunca llegaba. Al ver que las prendas no aparecían y luego de pagar el envío, las víctimas comenzaban a reclamar y es allí donde llegaba la extorsión”, aseguró un investigador de la causa.

UN MECANISMO CRUEL

La pesquisa sostuvo que en todos los casos se repetía así el mismo mecanismo: falsas promesas de trabajo, solicitud de contenido privado y el pedido de dinero para supuestos trámites de inscripción o envío de productos que nunca llegaban.

Al revisar el teléfono del principal imputado dentro del penal, los investigadores hallaron material sensible, acceso a las cuentas de varias víctimas y evidencia de comunicaciones con cómplices externas.

A partir de esos datos se logró la detención de dos mujeres de 22 años, oriundas de Temperley y La Plata, quienes habrían sido las encargadas de recibir el dinero transferido por las víctimas. Una de ellas ya contaba con antecedentes por estafas.

La causa está caratulada por múltiples delitos: captación por medios tecnológicos con fines sexuales (grooming), corrupción de menores agravada, estafa, extorsión y producción y distribución de material prohibido.

El secretario de la fiscalía, Dr. Ángel López, confirmó que hay más de 20 víctimas identificadas, aunque no se descarta que el número sea aún mayor. La tarea judicial continúa.

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