La Justicia bonaerense confirmó la condena al cantante Rubén Darío Castiñeiras, más conocido como "El Pepo", a 4 años y siete meses de cárcel por la muerte de dos integrantes de su banda durante un vuelco en la ruta 63.
La pena había sido acordada en un acuerdo abreviado por el músico y la fiscalía en la causa por doble homicidio culposo por el siniestro vial ocurrido el 20 de julio de 2019 en la ruta provincial 63, cuando viajaban durante una gira. El mánager del grupo Ignacio Abosaleh y el trompetista Nicolás Carabajal murieron en el episodio.
En el fallo del Juzgado en lo Correccional Nº 3 de Dolores, se confirmó que Pepo manejaba drogado con cocaína y borracho con 1,02 gramos de alcohol por litro de sangre y a más de 30 kilómetros en exceso de la velocidad permitida.
La sentencia obliga a Pepo a seguir con un tratamiento psiquiátrico y psicológico y le prohíbe conducir por diez años. En diciembre de 2019 se le había concedido la prisión domiciliaria por una fractura de peroné que había sufrido en el penal donde se encontraba detenido.
El fallo también deja constancia sobre la actitud miserable que tuvo Pepo después del vuelco cuando dijo que el que manejaba la camioneta era Abosaleh y no él.
"Huelga decir, que el contenido de la video filmación obrante a fs. 159 permite observar como el señor Castiñeiras, en el lugar del hecho intentó deslindar su responsabilidad en el hecho ilícito que se le atribuye, manifestando a las primeras personas que arribaron al lugar que quien manejaba era Nacho (por Ignacio Abosaleh). Puntualmente, al ser preguntado si estaba golpeado, contestó: 'Yo nada, si iba manejando Nacho boludo, el pibito éste que esta muerto ahí".
Para zafar del juicio oral, el músico solicitó un juicio abreviado en el que aceptó el cargo de homicidio culposo agravado por conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria. Manejaba con el doble de alcohol en sangre de lo permitido por la ley y con estupefacientes.
El músico fue beneficiado con arresto domiciliario a los cinco meses de estar en prisión para internarse en una clínica por una fractura que sufrió mientras estaba detenido. Hace poco logró mantener el arresto domiciliario y las salidas laborales a pesar de acusaciones que aseguraban que había intentado escaparse.
Fue una lesión en el peroné en su pierna izquierda, a la altura del tobillo, durante un partido de fútbol en el penal. Por este motivo, le dieron una orden para operarse y en diciembre de 2019 la Justicia lo autorizó a salir de la cárcel para la intervención quirúrgica y luego continuar con una internación domiciliaria.