A casi siete años de aquel octubre trágico, cuando su pequeño hijo con síndrome de down murió al caer de la ventana de su departamento, en un edificio de La Plata, Diego Villanueva rompió el silencio con Hechos y Derecho. Atravesado por el dolor de la pérdida y la acusación que lo mantuvo preso durante años, señalado como autor responsable de aquella tragedia, quiso salir a contar sus sensaciones tras ser absuelto definitivamente.
Villanueva se vio en la necesidad de que su voz fuera escuchada, más cuando la Justicia consideró que no había pruebas para decir que la noche del 10 de octubre de 2017 haya ocurrido algo que no fuera una fatalidad en el edificio de 9 entre 55 y 56.
“Ahora estoy un poco aliviado, tranquilo, esto se cerró, se llegó a la absolución, se terminó, pero es una instancia fea, que me revuelve todo lo que pasó. Me trae recuerdos feos”, sostuvo el papá de Renzo. Y siguió: “Es un calvario. Por un lado te sentís tranquilo, pero por el otro sabés que no tenés a tu hijo. La pasé muy mal y también mi familia”, agregó.
Respecto del día del incidente, sostuvo que “me cuesta hablar de eso. En su momento lo hice con la Justicia, pero es muy doloroso. Una cosa fea. Me acuerdo haberla pasado muy mal, haber sufrido un shock. Cosas que se me vienen a la memoria, cosas que no. En el juicio lo hice, pero es algo que ahora me es difícil. Al menos se comprobó lo que pasó realmente”.
Remarcó que durante el debate oral, en el que pasaron más de 60 testigos, su verdad salió a la luz. Y también que la reconstrucción realizada en aquel entonces, “estuvo muy mal hecha”.
“Se usó un muñeco de arena, cuando en estas instancias se usa un muñeco de gel balístico, que es lo que corresponde. Por la altura, el muñeco cae, rueda, rebota, representa el movimiento dinámico de un cuerpo, pero en este caso tiraron uno de trapo. Además se ocultaron pruebas”, argumentó.
“Una cosa así te cambia. Te pone mal. Mirás para atrás y duele. Me acusaron de asesinato, algo espantoso. Pasé por varias instancias de familia antes, donde vieron cómo era la reacción de Renzo conmigo dentro de una sala. No entiendo cómo pueden decir que hice algo así. Tenía un excelente vínculo con el nene, era muy afectuoso con su padre, se quería venir conmigo”, expresó.
“Había amor, un lazo fuerte. Por eso cuesta entender algunas cosas. Incluso la mirada hacia la Justicia”, indicó. Villanueva también recordó el instante en que sus abogados, Darío Saldaño y Juan José Barragán, se mostraron contentos con la asignación del Tribunal III para hacer el juicio.
“Les pregunté por qué estaban contentos y me dijeron que era un Tribunal juicioso, que trabaja bien. No lo podía creer, porque uno está a expensas de un sorteo. Si te toca uno más o menos, qué pasa. Algo tan evidente, deja de serlo. Es como una ruleta rusa”.
“Por suerte todos los que me conocían no dudaron un segundo de mi. Obvio la familia siempre está, pero mis compañeros de trabajo, los demás padres en la escuela, me apoyaron”, comentó.
“Estar preso, dos años y nueve meses, te cambia la vida. Tuve tratamiento psiquiátrico, psicológico y retomar tus actividades, tratar de empezar de nuevo, no es fácil. Por suerte estuve en un pabellón que era tranquilo, pero la falta de libertad la sentís igual. Sentís que tu vida ya no depende de vos, sino de un juez”, recordó sobre su encierro.
Villanueva llegó preso al juicio de primera instancia y cuando se hicieron los alegatos, cayó la pandemia de coronavirus. “Ahí me concedieron el arresto domiciliario, que siendo sincero lo sufrí más que la cárcel. Es como que empecé a hacer el duelo por la ausencia de Renzo”, manifestó.
“Me sentía más encerrado que en prisión, agobiado. Me cayó la ficha y la pérdida. Empezás a sentir que extrañás a quien ya no tenés”, aclaró. Con Rosa Martignoni, su pareja de aquel momento y que vivió los mismos avatares del
proceso judicial, con arresto incluido, dijo no tener más contacto. "Todo esto te trae consecuencias, claramente. Hay que empezar de cero en muchas cosas. Ella siguió por su lado, yo por el mío y ni siquiera volvimos a hablar”.
A fines de 2020, el Tribunal Oral III de La Plata, con la integración de los jueces Ernesto Domenech, Andrés Vitali y Santiago Paolini, fueron quienes absolvieron a Villanueva y Martignoni de los delitos que les impetraron, situación que se confirmó en Casación y en la instancia de la Suprema Corte bonaerense, donde fueron rechazando los planteos formulados por la mamá de Renzo, Ángela Donato, que actuó en el rol de particular damnificada.
Con la falta de apelación ante la Corte de Nación, fenecido el plazo que había para hacerlo, la absolución de culpa y cargo adquirió entonces firmeza y pasó a ser cosa juzgada.
EL FALLO DE LA SUPREMA CORTE
Al rechazar el recurso extraordinario federal, la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, la máxima instancia judicial, sostuvo: “La alegación sobre la arbitrariedad de lo decidido, no logra demostrar la concurrencia de alguno de los supuestos que la parte pretendió encapsular en el vicio lógico denunciado. Tiene dicho la Corte federal que para descalificar una sentencia por causa de arbitrariedad se debe efectuar un análisis de los defectos lógicos que justifican esa conclusión, lo que no importa convertir a la Corte Suprema en un tribunal de tercera instancia ordinaria, ni corregir fallos equivocados o que se reputan tales sino que atiende a cubrir casos de carácter excepcional, en que deficiencias lógicas del razonamiento o una total ausencia de fundamento normativo, impidan considerar el pronunciamiento de los jueces del proceso como “la sentencia fundada en ley” (Fallos: 343:919; 339:499). La impugnación se funda en la arbitrariedad, sin que los recurrentes consigan demostrar -siquiera
conjeturalmente que, según el prisma de la pretoriana jurisprudencia del Máximo Tribunal, el fallo impugnado haya incurrido en los supuestos de ese vicio invocados”
“La impugnante insiste en sostener la ausencia de abordaje de las cuestiones sometidas a conocimiento, sin atender las razones por las que esta Corte concluyó en sentido adverso a su pretensión. De ese modo, prescindió de cuestionar de manera suficiente lo efectivamente decidido”, agregó.
“(...) así las cosas, los desarrollos formulados por el impugnante resultan ineficaces para habilitar la instancia extraordinaria y evidenciar el vicio lógico alegado”, concluyeron.