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Violencia explícita

En un juicio oral en La Plata, ventilan un doble ataque sexual seguido de muerte

Desde el pasado 1° de noviembre, en los tribunales penales de La Plata se desarrolla un juicio oral por un caso espeluznante: un doble abuso sexual agravado por la muerte de las víctimas. Pasó hace poco más de 10 años en una vivienda de la localidad de Ángel Etcheverry, en las afueras de la Ciudad, y tiene a dos hombres sentados en el banquillo de los acusados.

De acuerdo a lo que surge del requerimiento de elevación del expediente a la instancia de debate, el hecho tuvo ribetes de violencia pocas veces visto: en el contexto de un robo y, en medio de una golpiza brutal, una mujer de 56 años (R. del V. R.) y, su hija de 24 (G. Y. S.), sufrieron un ataque sexual despiadado y a una de las víctimas, incluso, le introdujeron un tarro de desodorante en el canal vaginal.

Después, previo desapoderarlas de 200 pesos y sus teléfonos celulares, se dieron a la fuga, creyendo así que lograrían la impunidad.

Siempre en base al documento judicial, "a resultas de la agresión terminaron ambas internadas con riesgo de vida, falleciendo días después R. del V. R. y G. Y. S. el día 13 de agosto de 2015".

La madre tenía una fractura de cráneo y la hija en el tiempo hasta su deceso atravesó por distintas cirugías reconstructivas, que la obligó a utilizar una bolsa de colostomía. “Falleció de un paro cardiorrespiratorio a causa de un shock séptico”, expresaron en aquel momento fuentes vinculadas a la pesquisa.

El proceso se desarrolla bajo la órbita del Tribunal Criminal IV, a cargo de Carolina Crispiani y Emir Caputo Tártara, más la integración del juez garante, Pablo Raele.

Carolina Crispiani

 

Emir Caputo Tártara

 

Pablo Raele

Los alegatos está previstos para el próximo 2 de diciembre. Intervienen la fiscal Silvina Langone y, por las defensas, los abogados Gastón Nicosia por un lado y Ana Julia Cova y Mariela Porcel de Peralta, por el otro imputado.

Previo a ello, el 29 de este mes está prevista la última jornada de prueba con las declaraciones de tres testigos, uno de ellos familiar de las víctimas, que ya testificó y además participó de un careo con un vecino, que también se expresó en el recinto.

Volviendo a la génesis de la escena de terror, G.Y.S. pudo salir de su casa a pedir ayuda. Y enseguida sindicó a uno de los sospechosos. Fue por el nombre de "Cristian", ya que, según contó, así se había presentado en el domicilio con la excusa de que tenía que entregarle una radio a su hermano.

Si bien estaba con el rostro tapado, era el único Cristian que conocía. El problema sobrevino cuando, sin abrirle, le pidió que la dejara en la puerta, que ella después la entraba. Pero ocurrió lo peor.

De acuerdo al relato de G.Y.S., el acusado, con antecedentes por robo, drogas y alcohol, empezó a romper todo para acceder al lugar. Acto seguido, una vez que puso un pie en el interior de la propiedad, la habría noqueado de un golpe en el rostro.

Después, su madre sufrió un ataque sexual, vía anal y vaginal, y a ella le pasó lo mismo. Al parecer, con la participación de un segundo delincuente, al que sindicó por su tonada correntina.

En poder de este último sujeto, en un ulterior operativo, se encontró uno de los celulares de las víctimas, una bombacha y una revista pornográfica y además lucía rasguños en distintas partes del cuerpo. Una clara señal de defensa.

La instrucción del caso estuvo bajo la órbita de la fiscal Virginia Bravo, con apoyo del juez Juan Pablo Masi.

En ese punto, existe una duda sobre si ambos acusados participaron del abuso sexual.

Dijo la fiscal Bravo, en el acápite de autoría: "Que coautores penalmente responsables del hecho aludido resultan ser Cristian Daniel Britte (...), de ocupación albañil (...) y Cristo David Benítez, (Quitín o Puloco) (...) de ocupación Informal/Changas, armador de invernáculos".

Cristofer David Benitez, (Quitín o Puloco)

 

Cristian Daniel Britte

"Así. Más allá de la referencia que se efectúa en relación a lo dicho por una de las víctimas en cuanto a la actuación de una sola persona, lo cierto es que a mi criterio existen elementos que permiten vincular a ambos, teniendo en cuenta no sólo la violencia desplegada en su participación que entiendo permite inferir la actuación de más de una persona en la reducción de las víctimas", agregó.

"El hecho que la misma haya percibido sólo la presencia de una persona en orden a la violencia de que fuera objeto que la dejara por momentos privada de conciencia, sumado a las circunstancias recientemente expuestas resultan justificativo de la imputación que a ambos se les efectúa, en orden a la valoración que de los elementos probatorios recabados se realiza", sostuvo Bravo.

Cabe destacar que el letrado Gastón Nicosia representa a Britte, mientras que Ana Julia Cova y Mariela Porcel de Peralta a Benítez, que fueron detenidos poco después de los hechos y se encuentran en prisión preventiva desde entonces.

Enfrentan una de las imputaciones más graves en el Código Penal argentino, la cual incluye el femicidio, por lo que, de ser hallados culpables, podrían enfrentarse a una pena de prisión perpetua. Todo está en manos de la Justicia.

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