Florencia Soledad Comas tenía 27 años, era hipoacúsica y se le perdió el rastro el último jueves, después de que dejó a su hija de tres años en el jardín de infantes, en la localidad bonaerense de San Nicolás. Su familia lanzó una búsqueda desesperada y denunció su desaparición. Un día después fue hallada envuelta en una sábana, maniatada y con una bolsa en la cabeza, al costado de una ruta, con signos de haber sido estrangulada.
"Manejar un cuerpo de 1,60 metros, de la forma que estaba maniatada, atada y maltratada no puede ser una sola persona. Ella era una persona indefensa con hipoacusia severa, con una criatura de tres años", aseguró su padre, Gabriel Comas, en diálogo con el canal Crónica HD.
Su marido supo que algo malo estaba pasando el jueves al mediodía, cuando lo llamaron del jardín de infantes para avisarle que Florencia no había ido a buscar a su hija. Braian Acuña fue entonces hasta el domicilio que ambos compartían en el barrio La Loma, en el norte de la localidad. Y, al no encontrarla allí tampoco, presentó la denuncia ante la policía. En el WhatsApp de Comas figuraba como última conexión a las 8.38 de la mañana.
Según contó su madre al diario El Norte, la joven vendía unas tacitas y ese último mensaje que envió estaba dirigido a un familiar para pedirle el precio de estos utensilios. Por eso, se supone que pudo haberse ido a encontrarse con alguien vinculado o no a esa venta.
En la mañana del viernes, un empleado de la empresa de tratamiento de residuos (ENTRE) encontró una bolsa de tela al costado del camino que le llamó la atención. Al revisarla encontró un cuerpo.
Luego de dar aviso a la policía, los investigadores corroboraron que se trataba de Florencia. Su madre, Evelina Flores, fue quien confirmó la identidad. “Me mostraron fotos de las zapatillas, de una pulsera y unos anillos, y les dije que era mi hija. Si bien ella no vivía conmigo, yo le regalaba las zapatillas y la ropa, se perfectamente cuáles tiene”, expresó la mujer en diálogo con el diario El Norte.
"Fue un hecho aberrante", agregó el padre. Visiblemente conmovido, el hombre sostuvo que "nunca" pensó vivir el momento terrible que está atravesando. "No entendemos el ensañamiento para con ella", expresó.
Según pudieron reconstruir los investigadores, un testigo contó que la vio a bordo de un colectivo de la línea 504, aunque se bajó antes que la joven, por lo cual no pudo precisar hasta dónde fue.
La causa es investigada por la UFI N°3 del fiscal Julio Tanús, que pidió cámaras de seguridad para reconstruir cómo fueron las últimas horas de la joven. También esperan poder encontrar su teléfono celular, que se mantiene desaparecido. El mismo fue apagado poco después de la desaparición.
Los forenses declararon que Florencia murió por "asfixia mecánica compatible con estrangulamiento". El cuerpo no presentaba señales de defensa. Si bien estiman que la joven falleció ese mismo jueves, el cadáver habría sido tirado al costado del camino al día siguiente.
Gabriel sostuvo que está en permanente contacto con la fiscalía. "No vamos a parar hasta que esto se esclarezca. El dolor y la bronca que tengo encima es incontrolable", señaló.
PERFIL
Florencia se comunicaba a través de lenguaje de señas y utilizaba un audífono. Trabajaba con su suegra en un emprendimiento de venta de pulseras y también como manicura. En las últimas horas se supo que además vendía tazas.
"Ella era alegre, coqueta, con un espíritu joven. Le gustaba trabajar con las uñas y estudiaba para hacer manicuría. Ese sueño, como tantos otros, se truncó", contó con dolor Edith Rivero, una de sus amigas.
Por otro lado, también pidieron el testimonio de otras personas que hayan podido ver a Florencia el jueves. "Tiene que haber más personas que nos puedan ofrecer datos, alguien en el colectivo. Necesitamos que, si alguien sabe, nos comunique", pidió la madre de la chica.
En la tarde del viernes su familia marchó por el centro de San Nicolás pidiendo justicia y que se esclarezca el caso. Este sábado por la mañana la joven fue despedida en el cementerio local.