Después del escándalo que estalló por el caso de Julio “Chocolate” Rigau, el recaudador de las tarjetas de débito que, según la Justicia local, participaba de un entramado de defraudación al fisco con ñoquis que no prestaban tareas, apareció ahora una nueva tormenta que tiene nombre y apellido: el de la contadora platense Natalia Romina Foresio, quien figuraba en la nómina salarial como asesora en la Cámara de Diputados provincial, mientras que su esposo, Luis Mauricio Cortazzo, otro de los imputados, tenía ese mismo cargo en la de Senadores.
En la resolución de procesamiento, que lleva la firma del juez federal de La Plata Ernesto Kreplak, se dijo al respecto que “sobre ellos solo se indicó que pertenecen al bloque del PRO”, aunque no se supo para qué legislador prestaban funciones. “De las tareas de investigación y seguimiento llevadas a cabo por la Gendarmería Nacional Argentina tampoco se pudo profundizar en esa información”, expresó el magistrado en su fallo.
El dato no pasó desapercibido y se dice que hay mucho nerviosismo, no solo entre las empresas y cooperativas aludidas en la investigación del ARCA y la Justicia Federal, al margen de varias personas físicas que formaban parte del entramado de facturación apócrifo, sino también en ámbitos políticos por los coletazos y el alcance que puede tener la pesquisa.
A todo esto, angustiada, desbordada y, contra las cuerdas, Foresio siente que es su momento de dar un paso al frente. Es que sigue detenida y procesada como organizadora de una asociación ilícita fiscal, partícipe necesario de la intermediación financiera no autorizada y coautora de lavado de activos, al quedar en foco la emisión de centenares de facturas apócrifas, a través de las cuales se presume que trianguló y gestó una evasión monumental de miles de millones de pesos con distintas empresas y cooperativas, algunas de ellas locales. En este escenario, su defensa técnica ya piensa en elaborar un descargo por escrito y en pedir un cara a cara con el juez Kreplak, en un desesperado intento por mejor su situación.
Esta misma semana ingresaría esa presentación electrónica de los abogados que la representan, Alfredo Gascón y Miguel Molina, quienes brindarían una serie de respuestas técnicas a las imputaciones de los investigadores. Pedirán también la ampliación de la indagatoria, ya que en un primer término Foresio se negó a declarar. Alojada en una comisaría del Centro, con graves sospechas también hacia su esposo -quien zafó por ahora de quedar en prisión-, ya transcurrió un mes sin que pudiera ver la luz del sol y, aquellos que se mueven cerca de ella, cuentan que “su estado emocional “no es el mejor”.
Para el juez Kreplak, la contadora “emitió comprobantes apócrifos con el fin de generar créditos fiscales en cabeza de los contribuyentes -personas físicas y jurídicas que gestiona-, para respaldar la emisión de facturas electrónicas con el fin de no generar saldos a pagar en el Impuesto al Valor Agregado y en el Impuesto a las Ganancias y emitió notas de crédito apócrifas” para burlar los mecanismos de detección automática de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
También, en el resolutorio de procesamiento, indicó que “por otra parte llevó a cabo la intermediación financiera no autorizada mediante la utilización de las cuentas bancarias de, al menos, los siguientes contribuyentes: Bakken Gruppe SRL, Tetsu Bethari SAS, Pegattihu SA, Maiko Arya SAS, Ketybeau SRL y Nicapon Comercializadora SAS”, a las que “le gestionó la estructura jurídica, fiscal y crediticia necesaria par operar con tal fin sin que sea detectada por los organismos de control”, añadió.
Por último -dijo Kreplak-, “se identificó la puesta en circulación de $9.582.937,85 (...) mediante simulación de operaciones con las firmas Lantex Textil SA, IHIGHWAY SA y Abra Maestro 14 y 42 SRL. Asimismo, se identificó la puesta en circulación de dinero proveniente de las maniobras llevadas a cabo en el domicilio de calle 61 N° 136, de la ciudad de La Plata, donde emplazó junto a Cortazzo una `Residencia Universitaria`; la compra del vehículo marca FIAT modelo Toro Volcano 4x4 dominio AG650QZ; la puesta en circulación de $100.805.603 en sus cuentas bancarias y la puesta en circulación de U$S 57.800 provenientes de la venta de un Tiempo Compartido (membresía SMART VIP Vacations) depositados en su cuenta (...) del Citibank (EEUU)”.
Otra prueba de cargo que encontraron los pesquisas fue que desde las IP de su domicilio cercano al hospital San Martín, que compartía con Cortazzo, se emitieron varios de los comprobantes apócrifos. Claudia Mariela Soria es la tercera persona mencionada en la causa. Y a ella se le imputa “haber puesto en circulación dinero proveniente de las maniobras llevadas a cabo mediante la compra de los siguientes vehículos: automóvil marca Peugeot modelo 308 ALLURE 1.6 dominio MPW806; camión marca Mercedes Benz modelo 1114 dominio RAQ058 y semirremolque marca HelvéticaSA 12/14 -TT dominio TKN661”. Lo mismo pasó con su pareja, Hugo Fernando Gatti, el cuarto sospechoso.
Estos últimos, que sí aceptaron prestar declaración, negaron estar involucrados en cualquier anomalía y descargaron sus sospechas hacia la contadora y el marido. Por ahora están en libertad.