Dos cuerpos carbonizados e irreconocibles aparecieron dentro de un vehículo quemado en una zona descampada de la localidad bonaerense de Guernica. Mientras la Justicia intenta identificarlos y saber cómo murieron, los investigadores buscan evidencias para determinar si el hallazgo tiene relación con la desaparición de dos jóvenes de Florencio Varela, que el viernes salieron a festejar la victoria de la selección argentina contra Países Bajos y se les perdió el rastro. Su auto fue hallado calcinado en la localidad de Abasto, en La Plata.
Fuentes policiales y judiciales confirmaron que los cadáveres fueron encontrados en la mañana del domingo en una camioneta utilitaria Renault Berlingo completamente calcinada en un predio ubicado en la avenida Néstor Kirchner y la Ruta 16, en el partido de Presidente Perón.
“El deterioro de los cuerpos era tal que todavía no se ha podido determinar ni siquiera el sexo de las personas fallecidas”, confió a la agencia de noticias Télam una fuente con acceso al expediente.
La camioneta Berlingo incendiada tenía un pedido de secuestro vigente de abril de este año, ya que había sido denunciada como robada en la comisaría 3ª de Villa Luzuriaga, La Matanza. Más allá de estos datos, la prioridad de los investigadores es saber si los cuerpos son los de Lautaro Morello, de 18 años, y Lucas Escalante, de 26.
Ambos jóvenes, oriundos de Florencio Varela, están desaparecidos desde el viernes pasado, cuando Escalante, al volante de un BMW azul, pasó a buscar a Morello, según contó Stefanía, la madre de Lautaro. Ella está segura de que los restos no son los de su hijo y el amigo, ya que autoridades policiales le dijeron las víctimas tenían brackets en sus dientes y tanto Lautaro como Lucas no tenían ningún tratamiento de ortodoncia en su boca.
“El comisario ayer me llamó y me hizo subir a la oficina a mí y al padre del otro chico. Nos dijo que habían encontrado una camioneta. Me vine para acá, se me partió el corazón en mil pedazos y todo lo que se pueden imaginar. Vine a mi casa y después me dijeron que mi hijo no era porque mi hijo no usa brackets, porque los dos cuerpos tenían brackets”, declaró Estefanía a distintos medios.
El BMW apareció el sábado, completamente incinerado, en las afueras de La Plata, a la vera de la ruta 6, a la altura de la localidad de Abasto. Los investigadores indicaron que la última conexión de los teléfonos de Morello y Escalante es del viernes a las 22.30 y que, desde ese momento, ambos celulares permanecen apagados.
“Yo ya había comentado que Lucas era el novio de mi sobrina. Hace dos años tenían una relación. No sabía que mi hijo seguía teniendo relación con él, no por Lucas porque a Lucas sólo lo vi unas veces, sino que no quería que Lautaro se juntara con Lucas porque Lucas manejaba su auto fuerte y yo toda la vida cuidé a mi hijo”, explicó Stefanía. Aseguró que se cruzó con la familia de Escalante en una comisaría de Florencio Varela pero que no conversaron demasiado. Así y todo, intuye que la familia del amigo de su hijo pudo estar involucrada o estar señalados como posibles víctimas de un secuestro.
“Él no fue a ningún festejo de argentina. Pasaron 15 minutos desde que mi hijo se fue con lucas y que se desconectó. A lucas claramente lo venían siguiendo. Por qué lo venían siguiendo, no lo sé. Yo creo que vieron un auto de alta gama (...) Yo creo que todo lo que está pasando está pasando por la familia de Lucas”, completó Stefanía.
Por el hallazgo de los dos cuerpos incinerados en Guernica, intervino el fiscal Álvaro Garganta, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°11 de La Plata, quien caratuló la causa como “averiguación de causales de muerte”; mientras que la investigación sobre el paradero de los jóvenes –instruida previamente– recayó en la fiscal Mariana Dongiovanni, de la UFI N°2 de Florencio Varela.
