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La vida no vale nada en el Conurbano: ahora mataron a un profesor jubilado y ya son tres los crímenes en asaltos en 48 horas

Morena, Juan Carlos, ahora Nelson. ¿Y mañana? Los nombres se suceden junto con las fotos y alguna referencia que ayudará a rescatar a cada historia del sitio donde la memoria las archiva para aguantar tanto espanto: la nena asesinada en la puerta de la escuela de Morón; el médico que se recibió con mucho esfuerzo y le volaron la cabeza de un tiro por el auto; el profesor de gimnasia jubilado al que masacraron en su casa de Guernica. Lo más impactante de todo es que estos tres hechos ocurrieron en apenas 48 horas, en distintas localidades del Conurbano y en una semana atravesada por la inminencia de las PASO. 

El último episodio sucedió este viernes en una vivienda situada en el 2436 de la calle Alaska, en la localidad de Guernica, cuando Nelson Daniel Peralta (56), un profesor de educación física jubilado, advirtió que tres delincuentes trataban de ingresar por una ventana de su dormitorio. Decidido a impedirlo, se trenzó en lucha con ellos, recibiendo a cambio varios disparos.

Los vecinos que escucharon las detonaciones y se asomaron a la calle llamaron enseguida al 911. Los primeros policías en arribar a la escena encontraron a Peralta todavía consciente: de hecho, él mismo pudo contarles que los agresores fueron tres y el desarrollo de la secuencia que, minutos después, terminaría con su vida.

Nelson estaba casado, tenía tres hijas y todavía no superaba la tristeza por la muerte de su mamá, hace menos de un año. A fines de julio ella hubiera cumplido años y él atravesó esta fecha con muchísima angustia, contaron sus familiares. Eligió Guernica para vivir tranquilo.

Tras la balacera, una ambulancia lo trasladó al hospital zonal, donde finalmente murió. La fiscalía 1 Descentralizada de Presidente Perón, a cargo del fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta, caratuló el caso como "homicidio en ocasión de robo". En este momento, detectives de la DDI La Plata ya están en Guernica recolectando indicios para esclarecer el asesinato; uno más. ¿Los culpables? Prófugos por el momento.

"NO HAY HAMBRE, HAY VAGOS DE MIERDA"

También eran tres los criminales que ayer a la tarde, cerca de las 17, sorprendieron al médico Juan Carlos Cruz (52) en la calle Lanús al 3500, frente al Instituto de Enseñanza Modelo “José Manuel Estrada”, de Morón, para robarle su automóvil Fiat Cronos rojo.

“Mi mamá falleció hace dos años y había colocado un aire, que quedó en la pieza. Él fue a traer el aire, porque tenía un airecito viejo. Fue a traer eso después de su guardia″, contó su hermana a la prensa. Juan Carlos era jefe de emergencias del Hospital Carrillo y trabajaba en otros tres hospitales públicos, para alcanzar un ingreso digno. Según su familia, le habían ofrecido trabajar en clínicas privadas de renombre, pero él siempre defendió la salud pública.

Uno de los asaltantes lo mató de un balazo en la cabeza cuando intentó quitarle el teléfono celular. Los delincuentes abandonaron al médico que quedó herido en la vereda y huyeron en el coche  de la víctima. Media hora después del homicidio, una patrulla de la policía bonaerense encontró abandonado el automóvil del médico en el barrio Don Bosco, de la localidad de Rafael Castillo, en el partido de La Matanza. Los asaltantes abandonaron el vehículo debido a que se había pinchado una rueda y robaron partes del automóvil.

"Tantas veces salvó a ladrones que llegaban baleados a la guardia y ahora uno de estos hijos de puta lo mató de un tiro", resumió, quebrada por el llanto y la bronca, una de sus hermanas. El balazo se lo dieron a muy corta distancia, directo a la cabeza, con una 9 milímetros.

Los asesinos fueron grabados por las cámaras de seguridad instaladas en las adyacencias de la escena, en la esquina de Lanús y Gregoria Pérez, y también los registraron las las cámaras del Municipio de Morón, 15 minutos antes del ataque, cuando caminaban por la plaza Patagones. Cinco minutos después del homicidio, los filmaron doblando a la izquierda por una avenida en dirección a Rafael Castillo, en el partido de La Matanza. Pero, más allá de estos registros, siguen prófugos. Uno sería menor 

Hasta el momento, los investigadores no hallaron grabaciones de las cámaras de seguridad que hubieran registrado el recorrido de los sospechosos, luego de abandonar el Fiat Cronos del médico, en la zona donde fue abandonado. El homicidio es investigado por el fiscal de Morón Matías Rappazzo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial de Morón.

"Mi hermano fue muy ejemplar en su esfuerzo por estudiar y superarse día a día. Venimos de muy abajo, todo es sacrificio. Mi hermano no vive en un palacio: ese es el sueldo del ciudadano que salva vidas todos los días y no tiene un techo digno porque no alcanza, porque no le pagan bien y encima lo rematan con un tiro en la cabeza”, sostuvo la hermana de la víctima.

“Ayer viajamos juntos. Yo me iba a trabajar -trabajo por hora- y me dijo: ‘Te llevo a Morón’. Charlamos de Morena, él estaba feliz. Había hecho una operación el día anterior. Hace un mes que estaba como jefe de quirófano y me dijo: ‘Yo quiero dejar el legado de lo que aprendí. Ahora todo es digital, todo es por computadora y yo quiero enseñar, porque lo que a mí me enseñaron no lo enseñan ahora. Esas fueron las últimas palabras que tuvimos en un almuerzo con mis hijas”.

Por último, agregó: “Nosotros venimos de muy abajo y el que diga villa se tiene que lavar la boca, porque la villa a este país le dio médicos, directores y profesores, que es lo que son mis hermanos. Los malvivientes son otra cosa, porque nosotros somos de la villa. En este país no hay hambre, hay vagos de mierda. Este país es así, no tenés que hacer una mierda para tener acceso y derecho a todo. Ahora, sacrifícate y no tenés derechos”.

EL ADIOS A MORENA

Mientras la familia de Morena Domínguez, la nena de 11 años asesinada a golpes en Lanús Oeste por motochorros que le robaron el celular, despedía sus restos en una ceremonia conmovedora, los dos acusados del crimen - los hermanos Madariaga -se enfrentaban a la fiscal Silvia Bussone. Y se negaron a declarar.

Se trata de Miguel Ángel (28) y Darío (25) Madariaga, ambos representados por un defensor oficial y acusados por los delitos de homicidio en ocasión de robo y encubrimiento, ya que la moto usada para atacar a la nena frente a la escuela tenía un pedido de secuestro por robo del día anterior, que también tramitaba en la fiscalía de Bussano. Justamente, ese vehículo fue secuestrado en el lugar que alquilaba uno de los detenidos, junto a otras personas.

Mientras tanto, se busca el celular que le robaron a Morena, con tareas a cargo de la DDI de Lanús de la Policía Bonaerense. Fuentes del caso indicaron a este medio que “hay indicios del destino del aparato”.  El primero de los hermanos Madariaga que fue detenido lo encontraron en el barrio Acuba, pero no en el lugar que alquilaba y donde estaba la moto utilizada en el asalto a Morena. Sí con él hallaron los cascos que usaron en el ataque que culminó con el crimen de la nena.

A su hermano lo capturaron en las inmediaciones de Puente Alsina. Una de las hipótesis asegura que fue el encargado de internar vender el celular de la víctima, aparentemente para comprar paco. El padre de Morena, Hugo, indicó que el teléfono “solo se activa por wifi”, lo que da a entender que no tenía un plan de datos. Eso complica la búsqueda, ya que al no andar el chip no puede ser rastreado por activaciones en impactos de antenas de celdas. En sus redes sociales, la menor se mostraba con al menos dos aparatos distintos. 

Miguel, el mayor de los hermanos, nacido en 1997, había sido excarcelado en marzo de este año tras ser detenido por violación de domicilio y resistencia a la autoridad. Antes había sido imputado por encubrimiento. Ambas causas tramitaron, según fuentes municipales, en la UFI N°7. El menor había sido imputado en varias ocasiones por tenencia de estupefacientes para consumo personal.  a los dos sospechosos”.

Los restos de la nena fueron velados en la casa de su padre, en Villa Caraza, y trasladados luego  hasta el cementerio de Lanús. En el camino, el coche fúnebre frenó en la escuela a la que iba la chica y sacaron parte del cajón para una despedida: las escenas de sus compañeros quebrados en llanto fueron desgarradoras.

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