El “boom” de los fraudes amorosos se impuso con cierto éxito en La Plata, a punto tal que en el arranque de este 2025 la Justicia ya registró al menos dos denuncias de hombres estafados, atacados y asaltados en situaciones similares: después de coincidir en una aplicación de citas Tinder con una joven que, tal como está escrito en el manual de las “viudas negras”, primero se ganan su confianza para luego sí, dar el golpe. Una historia de nunca acabar, que siempre se repite con víctimas nuevas, que muchas veces no denuncian por pudor.
El último episodio que tomó trascendencia ocurrió en la madrugada del martes en un domicilio ubicado en pleno centro comercial de City Bell, en calle Cantilo y 13 A. El damnificado fue un hombre de 58 años que, lejos de sospechar que podría tratarse de un engaño, terminó encandilado con una dama que lo contactó a través de las redes sociales. Como suele suceder en este tipo de estafas, o al menos en las registradas en La Plata en el último tiempo, las “maestras del engaño” siempre son mucho más jóvenes que sus víctimas. En esta oportunidad, no fue la excepción. Según expuso el denunciante ante las autoridades de la comisaría Décima de City Bell, todo comenzó luego de pactar una “cita” con la mujer que se mostró interesada en conocerlo.
Entusiasmado por la situación, el hombre no dudó en invitarla a su vivienda y ser anfitrión en el primer encuentro que fue concretado el lunes por la noche. Si bien no se brindaron detalles de cómo llegó la mujer hasta el lugar, los investigadores se encuentran trabajando en las imágenes que capturaron las cámaras de seguridad de la zona comercial.
EL PEOR DESPERTAR
Siempre en base al relato del vecino, el inicio de la supuesta cita con la joven no le despertó sospechas. Por el contrario, se mostró animado y hasta le aceptó la bebida que ella preparó para brindar después de la cena. Todo iba bien. Sin embargo, de un momento a otro, “se le apagó la tele”. Es decir, se durmió, se despertó al otro día (ayer por la mañana) y hasta su denuncia en la seccional, no recordaba nada de lo que pasó después de ese brindis. “Me metió una sustancia en la bebida”, afirmó ante la Policía. Eso lógicamente está bajo la lupa de las autoridades intentarán esclarecer si el vecino consumió somníferos o sedantes.
Retomando el relato del denunciante, una vez que se despertó notó que la chica no estaba en la casa, como tampoco su celular, un parlante, otros elementos de valor y dinero en efectivo por un monto que no trascendió.