Una familia del barrio platense El Rincón, que está en el límite entre Villa Elisa y City Bell, sufrió el jueves su madrugada más violenta: tres delincuentes encapuchados y con guantes atacaron a culatazos a un hombre de 43 años y a su hijo de 20, a quienes además maniataron y les pegaron trompadas en otras partes del cuerpo. El brutal castigo físico y psicológico ocurrió en una vivienda situada en 441 y 138, delante de una chica de 15 años, hija y hermana de las víctimas agredidas.
Todo arrancó “a las 3 de la mañana”, contó Mariano, dueño de la casa, cuando todos dormían en sus cuartos.
“Se metieron en casa después de romper el alambrado de un vecino y violentar una ventana trasera nuestra", recordó el hombre. Agregó que tenía pendiente colocar rejas en esa abertura, pero los intrusos le ganaron de mano. De los asaltantes contó que eran "tres pibes jóvenes, con pasamontañas que les dejaban ver sólo sus ojos, y
con guantes de abrigo. También tenían armas”.
Apenas despertaron a sus víctimas, los delincuentes comenzaron a atacar a los hombres de la casa y los llevaron al cuarto de la hija: "Al menos a ella la dejaron en la cama y no la tocaron”. Las agresiones y las palabras de amedrentamiento comenzaron a sucederse, casi sin respiro, para ambos varones. Al dueño de casa le advirtieron "dame la plata o te pego un tiro", además de enrostrarle el clásico "te batieron".
Al hombre le pegaron tres culatazos y a su hijo dos más. También los tiraron al piso, les dieron trompadas y patadas y hasta amenazaron con balear al perro de la casa.
Se terminaron llevando unos 100.000 pesos, una alianza, joyas que la madre de Mariano le había prestado a su pareja y una moto Yamaha Tenere de 250 cilindradas, azul y negro, modelo 2017. También robaron documentación y tarjetas.
En el barrio aseguran que es el quinto asalto que la misma banda comete en la zona, con idéntica mecánica. El ataque se consumó “en no más de dos minutos”, calcularon los damnificados y no creen que actuaran con datos, porque, de hecho, en la casa no guardan dinero. "Es probable que hayan visto movimientos el mes pasado, porque hice construir una pileta y un quincho en terrenos que están enfrente de casa”.
Las víctimas fueron asistidas primero por el SAME y luego concurrieron al hospital San Roque, donde Mariano y su hijo recibieron puntos de sutura en la frente. Los responsables del brutal ataque están filmados pero, todavía, libres.