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La Matanza

Thiago: el policía federal, más complicado, y profundo dolor en la despedida del nene

Tras prestar declaración indagatoria el sábado como ejecutor del disparo que mató al Thiago Correa en La Matanza, la situación procesal del agente de la Policía Federal Facundo Daniel Aguilar Fajardo se agravó. Es que el fiscal de homicidios de La Matanza, Diego Rulli, cambió la carátula de la causa a homicidio con dolo eventual, que contempla una pena de  entre 8 y 25 años de prisión.

El oficial ayudante de 21 años, que presta servicios en la División Montada de la Policía Federal Argentina (PFA), esperaba un colectivo el miércoles a la noche junto a su madre en la intersección de Crovara y Madrid, en la localidad de Ciudad Evita, cuando los amenazaron cuatro delincuentes armados. Aguilar Fajardo, que estaba de franco y vestido de civil, se defendió  disparando más de una decena de veces con su pistola reglamentaria 9 mm. Era el primer tiroteo en su carrera, tras egresar en diciembre pasado.

Abatió a uno de los ladrones que intentaba huir e hirió a otros dos, pero una de sus balas siguió el recorrido a lo largo de 198,5 metros y alcanzó a Thiago, que estaba sobre los hombros de su padre, en la parada de otro colectivo.

En su primera declaración nnte el fiscal Rulli, Aguilar Fajardo dijo: “Fue cuestión de segundos, no hubo tiempo de pensar. Lo hice porque pensé que a mi mamá la mataban ahí mismo y no la iba a ver nunca más. Entre los agresores y yo no había nadie”.

En su indagatoria, Aguilar Fajardo también detalló: “Me apuntó a la cara y me dijo: ‘Dame todo o te mato’. A mi mamá le tiraban del pelo y le apuntaban, también. Yo no me resistí, les di mi mochila y el celular, pero cuando vi que a mi vieja la seguían maltratando, pensé que la iban a matar”.

Brandon Corpus Antelo, de 18 años, uno de los asaltantes, murió en el lugar del tiroteo tras recibir seis disparos. Uriel Alexis Montenovo, de 21 años, recibió un tiro en la pierna derecha y Uriel Emanuel Leiva, también de 21, fue herido en el abdomen y permanece internado en estado crítico.

El cuarto cómplice logró escapar. Los dos delincuentes heridos fueron acusados de robo agravado y están detenidos. Ahora también los alcanzará la imputación de homicidio con dolo eventual, en calidad de partícipes necesarios.

La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, respaldó al oficial federal. “La acción del policía fue de legítima defensa”, sostuvo en una conferencia de prensa el viernes, horas antes de que se confirmara la muerte del niño.

“Thiago murió. Es una noticia triste y dolorosa. Los delincuentes son los únicos responsables de esta tragedia. Si no hubieran salido a robar, hoy no habría ninguna familia destruida. Tienen que pagar con prisión perpetua”, expresó Bullrich, tras aquella conferencia de prensa, en su cuenta de la red X.

Y agregó: “Si los delincuentes no hubieran salido a robar, hoy Thiago estaría con su familia. Facundo, un policía de 21 años que salía a trabajar, se defendió y defendió a su mamá de una banda de delincuentes armados. Actuó ante una situación desesperante y de peligro. Los cuatro delincuentes son los responsables. Ellos eligieron el crimen. Por eso, vamos a pedir el cambio de carátula: esto fue tentativa de homicidio por parte de quienes eligieron salir a robar con un arma. Acompaño con el corazón a las familias de Thiago y de Facundo en este momento. Estamos a su disposición”.

POSICIÓN FISCAL

Tras la indagatoria de Aguilar Fajardo, el fiscal Rulli dispuso que el oficial siga detenido. Pero ayer el representante del Ministerio Público resolvió modificar la carátula de la causa de “homicidio culposo” a “homicidio con dolo eventual”. Además, mantuvo la imputación por exceso en la legítima defensa, ya que el oficial siguió disparando cuando los delincuentes huían.

La modificación de carátula no es un dato menor porque, en el caso del homicidio culposo, la pena va de uno a cinco años de cárcel, en el supuesto de que el autor no previó el resultado de muerte, sino que actuó con imprudencia, impericia o negligencia. En cambio, en el homicidio con dolo eventual se considera que, aun cuando no haya tenido intención directa de matar, el autor debió prever que su acción podía causar ese resultado e igual decidió asumir el riesgo de la conducta.

En este caso, el fiscal interpretó que los once disparos efectuados por el policía en una avenida y en un horario con circulación de personas encuadra en un hecho doloso y no culposo. El Código Penal tipifica esto como un homicidio simple, cuya pena se sitúa en la escala de 8 a 25 años de prisión.

Mientras tanto, la familia de Thiago despidió al niño en un velatorio y hoy serán sepultados sus restos. También se organizaron despedidas desde la escuela y el club donde el chiquito jugaba al fútbol.

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