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Por un pedido de recusación en la causa "Ordoqui"

Una jueza platense con los tapones de punta contra un abogado

Se sintió mancillada en su buen nombre y honor por los términos y fundamentos de un pedido de apartamiento en la causa que investiga la presunta participación del ex juez de Casación bonaerense, Martín Ordoqui, entre otros, en un aparente entramado de corrupción policial y judicial, que incluso habría contado con apoyatura externa de barras, delincuentes y empresarios de la noche.

Estamos hablando de la jueza del Tribunal IV de La Plata, Carolina Crispiani, que salió a responder ese planteo de recusación -formulado por dos defensores- en durísimos términos.

De acuerdo a la presentación a la que tuvo acceso HyD, apoyándose en los dichos del fiscal Mariano Sibuet, que se opuso al progreso de la medida cuando le corrieron traslado a su área de juicio, ya que la consideró infundada y extemporánea, Crispiani expresó que la naturaleza de las recusaciones son de carácter restringido y solo deberían progresar en casos extraordinarios. No en este.

El problema surgió cuando los abogados de los imputados se percataron de que la jueza Crispiani había sido incorporada como testigo para el debate, por una declaración de 2018 cuando era relatora en Casación, en donde se inició un sumario administrativo al fiscal Carlos Altuve.

“Se trató de un error material”, como expuso Sibuet y “sin relevancia alguna”, agregó, ya que desistió del mismo apenas ingresó en la esfera de su conocimiento. Además aquel expediente administrativo, aclararon las fuentes consultadas, “se cerró sin novedades”.

“En tal sentido, -debo poner énfasis en recordar- que los jueces (en el ejercicio de nuestras funciones) debemos actuar no en defensa de nuestros intereses personales, sino en resguardo del principio de independencia judicial, de la regularidad procesal y de la confianza de los ciudadanos en el sistema de justicia”, expresó la magistrada. “Puedo concluir que el planteo esbozado por los defensores particulares carece de sustento fáctico y jurídico, no habiendo logrado demostrarse el vínculo razonable entre los hechos invocados (reitero, mi declaración prestada en un sumario administrativo) y la afectación de la imparcialidad que se alega para mi intervención en el presente proceso”, añadió.

Seguidamente, Crispiani salió a contestar cuando le endilgaron un supuesto retardo judicial, ya que enumeró, una por una, la cantidad de recusaciones y excusaciones que se plantearon en el expediente, de manera previa a este incidente.

La jueza considera que nunca le faltó compromiso con las actuaciones y que ha actuado de manera imparcial desde el minuto cero hasta que finalmente pudo quedar integrado el Tribunal -de manera definitiva- con los señores jueces Patricio Gandulfo y Marcelo Girogis.

“Sepa que me resultan por demás agraviantes sus palabras”, indicó en relación al abogado César Albarracín, que representa en este proceso a Ricardo Lorenzo Ducid y Julián Ducid. “Su discurso interpretativo se contradice con las leyes de la lógica y el sentido común, ya que ocurre justamente lo contrario. Con gran responsabilidad, esfuerzo y dedicación me mantuve firme en las presentes actuaciones, atendiendo todos los reclamos y dando respuesta a las innumerables y sucesivas presentaciones efectuadas por los justiciables (16 imputados), acompañada por mi gran equipo de trabajo que a destajo e incansablemente se han ocupado de brindar respuestas en tiempo y forma”, añadió con evidente molestia.

“Sepa, distinguido doctor que, si con sus expresiones ha intentado amedrentarme o alarmarme, no lo ha logrado. Siendo conocedora de que ya ha procedido a realizar una presentación de lo acontecido ante la Secretaría de Control Judicial de la SCBA”, mencionó.

“Les recuerdo que como Jueza tengo la responsabilidad de dirigirme con respeto hacia ustedes, pero también de exigirlo. No voy a aceptar expresiones que comprometan mi dignidad, ni desvíen el objeto del proceso”, detalló.

También hubo un fuerte contrapunto por una intervención quirúrgica programada, pero no realizada, a Lorenzo Ducid, por la que su abogado acusó a la magistrada, quien respondió con una fina ironía.

Por último, antes de finalizar, Crispiani se dirigió a los imputados, a sus representantes letrados y a la sociedad en general. Acá reproducimos sus palabras:

"1.- En primer término, A LOS IMPUTADOS MARTÍN MANUEL ORDOQUI, RICARDO LORENZO DUCID Y JULIÁN DUCID: Mi función como jueza en las presentes actuaciones fue la de garantizar un proceso justo y respetuoso de sus derechos. Ustedes saben bien que no tengo interés alguno en el resultado del proceso, hubiera sido una gran irresponsabilidad de mi parte, no haberme excusado si así hubiera correspondido.
Siempre han sido tratados con respeto, permitiéndoles el uso pleno de sus derechos y medios de defensa.
Como jueza, estoy obligada constitucional y legalmente a ser imparcial.
He pregonado intensamente por lograr la integración del Tribunal para que puedan ser juzgados en un plazo razonable.
Hace poco menos de diez días teníamos el Tribunal integrado, nos encontrábamos en la etapa de ofrecimiento de prueba, para -luego de ellofijar fecha del debate oral y público.
Hoy, quien suscribe (Presidenta del Tribunal) ha sido recusada, como así también los fiscales intervinientes en la causa, justamente en una materia tan sensible con relación a los hechos imputados.
2.- A LOS DEFENSORES PARTICULARES ALEJANDRO MONTONE Y CÉSAR ALBARRACÍN: Les recuerdo que como Jueza tengo la responsabilidad de dirigirme con respeto hacia ustedes, pero también de exigirlo.
No voy a aceptar expresiones que comprometan mi dignidad, ni desvíen el objeto del proceso.
Como servidora pública siempre garantizaré el derecho de defensa, pero también exigiré que el mismo sea ejercido dentro de los límites del respeto y la ética profesional.
Todo abogado tiene el derecho de plantear recusaciones en los casos previstos por la ley, la cual deberá tramitarse conforme a las normas procesales aplicables.
Hasta tanto eso no ocurra, la suscripta continuará ejerciendo plenamente sus funciones, asegurando el respeto al debido proceso y los derechos de todas las partes.
Finalmente, y con respecto a los planteos efectuados por el distinguido doctor Albarracín, quiero recordarle que la suscripta siempre ha actuado en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales, con sujeción plena a la Constitución y a las leyes.
Todo planteo o denuncia que estime pertinente realizar, deberá canalizarlo por las vías legales correspondientes -como ya lo ha efectuado el doctor Albarracín-, sin que ello suspenda ni altere el curso normal de este proceso.
De todas formas, se toma nota de las manifestaciones vertidas.
Sepa usted que la suscripta no se dejará influenciar por advertencias de ninguna índole, como así tampoco no tolerará ningún intento de presión o amedrantamiento -directa o indirecta- en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales.
La independencia judicial es un principio fundamental garantizado por la Constitución, y cualquier conducta que la afecte será debidamente informada, ante quien corresponda.
3.- A LA SOCIEDAD EN GENERAL: (en cumplimiento de la Ley 15.232, Ley de Víctimas).
Ser juez es -ante todo- un acto de responsabilidad pública.
No he sido designada para complacer intereses particulares, ni para buscar reconocimiento personal.
Mi único compromiso es con la Constitución, la ley y los principios de justicia que nos protegen a todos.
Cada decisión que tomo tiene un impacto real en la vida de las personas, y por eso la ejerzo con la mayor seriedad, imparcialidad y respeto.
Creo que la confianza en la justicia no se impone, se construye, todos los días con actos concretos. Escuchando con atención y garantizando los derechos de todas las partes.
Mi función es aplicar la ley de manera justa, imparcial y respetando siempre los derechos humanos de todos los ciudadanos. Un juez no está para buscar aplausos ni para actuar bajo presión, sino para resolver conforme la Constitución y las leyes.
Mi compromiso es que cualquier persona que pase por mi Tribunal (sea acusado, víctima o ciudadano) pueda confiar en que será escuchado y juzgado de manera justa.
Estoy convencida de que la mejor manera de demostrar mi trabajo es con mi conducta: decisiones transparentes, respeto por la dignidad de las personas y coraje para actuar conforme a la ley.
Por eso, siempre he actuado de forma honesta, transparente y con valentía. Cada vez que ocupo mi lugar, recuerdo que debo ser imparcial, pero no indiferente. Justa, pero siempre humana.
Ese fue el compromiso que asumí, y el que intento honrar cada día de mi vida".

Por todo lo dicho, rechazó la recusación formulada por los letrados patrocinantes de Martín Manuel Ordoqui -doctor Alejandro Montone- y por los imputados Julián y Ricardo Ducid, representados por el doctor César Albarracín, y dispuso elevar los autos a la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal Departamental, a fin de que se desinsaculen dos magistrados para intervenir en las presentes actuaciones.

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